El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha sostenido este miércoles que los españoles saben "que las políticas neoliberales no funcionan" y que "la opción de reducir el tamaño del sector público y dejar solos a los ciudadanos y las pequeñas empresas cuando tienen problemas no tiene sentido".
Durante su intervención en el Foro Económico Mundial, que se celebra en la ciudad suiza de Davos, Sánchez sostuvo que España "ha demostrado que es posible crecer luchando contra el cambio climático", exponiendo cifras de su gestión: la reducción de un 7 % del consumo de recursos naturales, la reducción de 10 puntos en las emisiones y el aumento de la producción de energía renovable en un 34 %, todo ello en los últimos cinco años.
También destacó que en 2023 la nación ibérica "generó la mitad de su electricidad a partir del sol, el viento y el agua". "Hemos sido la primera gran economía de la UE en lograrlo", aseguró, subrayando que esos avances medioambientales no han empobrecido al país, sino al contrario, han permitido "desarrollar nuevas industrias, generar miles de puestos de trabajo y generar energía a precios muy competitivos".
En este sentido, señaló que los hogares y empresas españolas pagan un 54 % menos por su factura de la luz que en el año 2022. "Pero para seguir teniendo éxito, este nuevo modelo de prosperidad tendrá que aumentar la participación del sector privado, porque las empresas son esenciales para el crecimiento y el bienestar de un país", explicó.
Estas afirmaciones se enmarcaban en el tercer gran reto al que se enfrenta el planeta, que consiste en garantizar la prosperidad de los ciudadanos, según destacó el líder español.
Los otros dos desafíos mencionados en el discurso de Sánchez se referían a la supervivencia del orden internacional basado en normas consensuadas tras el final de la Segunda Guerra Mundial y a la gobernanza de la inteligencia artificial.
En cuanto al primer asunto, el presidente del Gobierno español nombró los conflictos en Ucrania, Siria y la Franja de Gaza como ejemplo de "amenazas" a la multilateralidad y la solidaridad internacional, por lo que abogó, como en anteriores ocasiones, por la creación de un Estado palestino que conviva con el israelí: "Está en juego la seguridad de las cadenas de suministros globales, el comercio, la prosperidad, la estabilidad de todo Oriente Medio, y la continuidad del orden multilateral", ha asegurado.