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El saludo nazi no es un delito si no hay riesgo para el orden público, según la Justicia italiana
De acuerdo a un fallo del Tribunal Supremo de Casación de Italia, dicho gesto puede utilizarse en un contexto privado o conmemorativo.
El saludo romano, un gesto ampliamente utilizado en la Alemania nazi, solo será considerado ilegal si conlleva riesgos de revivir el fascismo o de alterar el orden público, dictaminó este jueves el Tribunal Supremo de Casación de Italia, informa la prensa local.
La sentencia fue parte de un caso relacionado con hechos que tuvieron lugar en 2016, cuando varios participantes de una marcha conmemorativa en Milán utilizaron el saludo en cuestión, lo que dio lugar a acusaciones de intentar rehabilitar el fascismo. Como consecuencia, ocho personas fueron condenadas, pero recurrieron la sentencia.
Así, esta semana el Tribunal Supremo pidió una revisión del caso. "Es obvio que el saludo fascista es un insulto a los sentimientos individuales", pero se convierte en delito "cuando supone una amenaza concreta para el orden público", dijo el fiscal Pietro Gaeta ante el tribunal, citado por el diario Il Fatto Quotidiano. De esa manera, dicho gesto puede utilizarse en un contexto privado o conmemorativo, según el fallo de la Justicia italiana.
La polémica de hace ocho años ha recobrado relevancia luego de que centenares de neofascistas italianos realizaran el saludo nazi durante un acto de conmemoración del 46.º aniversario del asesinato de tres jóvenes de ultraderecha en Roma. Esas acciones generaron indignación en todo el país. Elly Schlein, líder del Partido Democrático italiano, manifestó que "lo ocurrido es inaceptable".
En Italia, la ley Scelba de 1952 está dedicada a los delitos dirigidos a la restauración del partido fascista. Prevé castigos no solo por intentar reorganizar el partido, sino también por la apología al fascismo.
Según el artículo 5 de dicha ley, quien, participando en reuniones públicas, realice manifestaciones habituales del partido fascista o de organizaciones nazis, será castigado con pena de prisión de hasta tres años y multa de 200.000 a 500.000 liras (aproximadamente de 120 a 300 dólares).
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