El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha anunciado este domingo que se retira de la carrera presidencial de Estados Unidos de 2024. La decisión fue tomada ante claros indicios de que el político va perdiendo ante Donald Trump en las primarias republicanas.
"Si hubiera algo que podría hacer para asegurar un resultado favorable —más eventos de campaña, más entrevistas—, lo haría. Pero no puedo pedir a nuestros seguidores que dediquen su tiempo y donen sus recursos si no tenemos un camino despejado hacia la victoria", declaró DeSantis en un video publicado en su cuenta de X.
"Por consiguiente, estoy suspendiendo hoy mi campaña", puntualizó, agregando que le quedó claro que la mayoría de los votantes en las primarias republicanas "quieren darle otra oportunidad a Donald Trump".
Al denunciar que los demócratas continúan recurriendo a las batallas legales "para atacar" al exmandatario, DeSantis señaló que, si bien ha tenido discrepancias con Trump sobre asuntos como la pandemia del coronavirus, el político republicano "es superior" al actual mandatario Joe Biden.
"Me comprometí a apoyar al candidato republicano y respetaré ese compromiso", aseguró el gobernador de Florida. "Winston Churchill comentó un día que el éxito no es el final, el fracaso no es fatal: es el coraje para continuar lo que cuenta. Mientras esta campaña ha terminado, la misión continúa. Aquí en Florida seguiremos mostrando al país cómo liderar", concluyó.
Por su parte, Trump declaró sentirse "muy honrado de tener su respaldo". "No veo la hora de trabajar junto a él para derrotar a Joe Biden, que es el peor y el más corrupto presidente en la historia de nuestro país", dijo en declaraciones a Fox News Digital.
Otra aspirante a la nominación republicana, Nikki Haley, destacó que DeSantis "realizó una gran carrera, ha sido un buen gobernador" y le deseó lo mejor, pero adelantó que ella no planea dejar vía libre a Trump. "Dicho esto, ahora queda un chico y una dama", afirmó ante sus partidarios durante un evento de campaña en Seabrook, Nuevo Hampshire.
DeSantis comenzó la contienda por la candidatura del Partido Republicano para las presidenciales de 2024 con grandes ventajas, y las primeras encuestas sugerían que estaba en una posición fuerte para conseguirlo. Junto con sus aliados, logró recaudar más de 100 millones de dólares para la campaña electoral, y presumía de un historial legislativo en temas importantes para los conservadores, como el aborto y la enseñanza de cuestiones raciales y de género en las escuelas.
Sin embargo, las ventajas que mostraban los sondeos no se materializaron en las aspiraciones presidenciales de DeSantis, quien luchó por encontrar su equilibrio en las primarias y perdió los caucus en Iowa —que había prometido ganar— por una diferencia de 30 % frente a Trump.