El Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido este lunes tras los recientes ataques de Ucrania contra civiles en Donbass.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha participado en la reunión convocada por Rusia para abordar el bombardeo perpetrado por las Fuerzas Armadas ucranianas a un mercado de la ciudad rusa de Donetsk, que dejó 27 muertos y varios heridos, así como el suministro de armamento occidental a Kiev.
Armas occidentales contra población civil
En sus declaraciones, el canciller ruso destacó que "el factor clave que obstaculiza la búsqueda de formas que resuelvan pacíficamente la crisis ucraniana es el continuo apoyo de Occidente al régimen de Kiev, a pesar de su evidente agonía e incapacidad" para obedecer la orden de "infligir una derrota estratégica a Rusia" o al menos "de debilitarla".
Al recibir armamento occidental, las fuerzas ucranianas atacan deliberadamente infraestructura civil en Rusia, denunció Lavrov. "No les avergüenza en absoluto que sus armas, incluidas municiones de racimo y proyectiles con uranio empobrecido, de manera metódica, despiadada y deliberada", sean empleadas contra objetivos exclusivamente civiles, manifestó.
Lavrov agregó que, al mismo tiempo, la mayoría de los países miembros de la Unión Europea "siguen cumpliendo obedientemente las órdenes de Washington" con respecto a los nuevos envíos de armas a Kiev, vaciando sus propios arsenales, que, "por supuesto, se repondrán con compras de productos al complejo militar-industrial estadounidense". "Los europeos se verán obligados a encontrar dinero para ello", señaló el ministro.
El jefe de la diplomacia rusa hizo hincapié en que "la sangre de decenas de civiles muertos está en las manos y en la conciencia de quienes arman al régimen de [el presidente ucraniano Vladímir] Zelenski y, al mismo tiempo, declaran oficialmente que las propias autoridades de Kiev tienen derecho a elegir los objetivos para los ataques".
"Un proyecto rentable"
Asimismo, el canciller ruso apuntó que el interés económico de Estados Unidos y otros países occidentales por el conflicto ucraniano, está empezando a parecerse a "un rentable proyecto empresarial". Lavrov recordó que, al hablar de "la continua asistencia" a Kiev, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró que se trata de "una garantía de creación de nuevos empleos en Estados Unidos", y no la financiación de "una guerra que ya se ha cobrado cientos de miles de vidas en Ucrania".
El ministro dio a conocer que la mayoría de las grandes fábricas y empresas ucranianas, incluidas las que se dedican a la producción de litio, fueron vendidas a los propios estadounidenses. "Las tierras fértiles" les fueron entregadas "en arrendamiento indefinido, como solemos decir, a un precio barato", continuó.
"Uno de los ejemplos más llamativos es la recepción por parte de las estructuras de [George] Soros de suelos 'chernozem' ['tierra negra' en español, considerada una de las más fértiles para la agricultura] para el enterramiento de residuos de la industria química occidental", expresó.
Por otro lado, Washington junto con sus aliados se está "deshaciendo de la chatarra vieja" en el conflicto en Ucrania, dijo Lavrov, haciendo referencia al armamento anticuado, mientras "el 90 % del presupuesto militar asignado por los estadounidenses al régimen de Kiev permanece en Estados Unidos y se destina al desarrollo del sector militar-industrial del país y a la renovación de armas".
Un negocio en el mercado negro
Al mismo tiempo, una parte del armamento que llega al territorio ucraniano acaba revendida en el mercado negro por el régimen de Kiev "en un esfuerzo por sacar el máximo provecho posible del conflicto", y con la aprobación de Occidente, denunció el canciller.
"Se pueden encontrar bastantes anuncios de este tipo en la 'Web oscura'. Es difícil imaginarse que esto esté sucediendo sin el conocimiento y la participación" de los países occidentales. De acuerdo con sus palabras, "uno de los últimos ejemplos" es la aparición en el mercado negro de los rifles M16 de fabricación estadounidense.
"Cualquiera puede comprar [un rifle de este tipo] en criptomonedas a través de un anuncio en línea. Por supuesto, los grupos terroristas aprovechan esta situación", señaló. "Las armas caen en sus manos y se extienden por África, Oriente Medio e incluso América Latina", hecho que "sacude aún más las regiones del mundo inestables".
Según Lavrov, esta "situación escandalosa" ha alcanzado unas dimensiones que "ya no es posible silenciarla". "Incluso Estados Unidos tuvo que admitir oficialmente el problema", recordó, al indicar que un informe reciente del Pentágono habla de la fuga de armas destinadas a las Fuerzas Armadas de Ucrania por una cantidad superior a los 1.000 millones de dólares.
En su opinión, se trata de "una estimación modesta" y cerca de unas 40.000 unidades de armamento, "incluidos drones y lanzagranadas", simplemente no fueron contabilizadas debido a la inexistencia de inventarios.
La vida de miles de ucranianos será preservada
Durante su intervención, el jefe de la diplomacia rusa subrayó que Moscú no inició su operación militar en el país vecino "ni contra Ucrania ni contra el pueblo ucraniano, con el que todavía mantiene lazos fraternales". "No es casualidad que después de 2014 casi 7 millones de ucranianos hayan encontrado la salvación en territorio ruso", destacó.
"Nos vimos obligados a lanzar una operación militar contra un régimen criminal que se había excedido por un sentimiento de impunidad, que no quería, a pesar de nuestros numerosos y largos años de esfuerzos, abandonar la guerra contra sus propios ciudadanos en el sur y en el sureste de Ucrania y la política de discriminación total contra los ucranianos de habla rusa, que todavía son mayoría en ese país", remarcó.
Lavrov hizo hincapié en que los países occidentales no quieren que se establezca la paz en Ucrania, a la vez que lanzan acusaciones infundadas contra Rusia que se reducen al supuesto hecho de que "si Rusia deja de luchar, la guerra terminará y si Ucrania deja de luchar, Ucrania terminará". "En las más altas esferas de Estados Unidos incluso llegaron a afirmar que después de esto Rusia atacará a los países bálticos, Polonia, Finlandia", recordó.
De acuerdo con el canciller, el único objetivo que persiguen es "sacarles dinero al Congreso [estadounidense] y a los Parlamentos europeos, convencerlos de la necesidad de seguir ayudando continuamente a Ucrania en detrimento de sus ciudadanos hasta el último dólar y el último euro".
Los planes de paz que no suponen una solución al conflicto ucraniano son un camino que no lleva a ninguna parte, aseveró. "Todos los demás planes, plataformas y fórmulas de paz con los que el régimen de Kiev y sus amos siguen dando vueltas inútilmente no tienen nada que ver con la paz y solo sirven de fachada para continuar la guerra y sacarles dinero a los contribuyentes occidentales", afirmó Lavrov.
Al mismo tiempo, el ministro destacó que la vida de miles ucranianos podrá ser preservada en caso de que termine el conflicto y Kiev deje de usar a sus ciudadanos como carne de cañón.
"¿Qué pasará si Ucrania deja de luchar? Seguro se salvará la vida de cientos de miles, aquellos a quienes las autoridades de Kiev intentan atrapar como ganado en las calles, en los bares, en las iglesias y dejarlos morir como carne de cañón en virtud de los intereses geopolíticos occidentales y, como dicen, los valores democráticos", dijo.
El jefe de la diplomacia rusa también llamó la atención sobre el hecho de que "no existía ni existe interés del pueblo ucraniano en la guerra contra Rusia". "Solo están los intereses de los anglosajones, sus secuaces y la élite criminal y podrida de Kiev, ligada a Occidente" por provecho mutuo y que teme ser eliminada "al segundo día después del fin de la guerra", concluyó.