La Guardia Civil detuvo al asesino confeso de tres hermanos en la ciudad madrileña de Morata de Tajuña. El individuo, de 43 años, se entregó voluntariamente en el cuartel de la cercana localidad de Arganda del Rey.
Según diversos medios, el detenido habría admitido el crimen. Aparentemente, el hombre perpetró el triple asesinato debido a una deuda de 60.000 euros que los hermanos mantenían con él y que no le pagaban.
El arrestado ya estaba siendo buscado como el principal sospechoso del triple asesinato, ya que había agredido a una de las hermanas en dos ocasiones. El reciente ataque del que se tenía registro había sido con un martillo, lo que le causó importantes heridas craneales a la mujer.
En aquel entonces el hombre fue detenido y llegó a ser condenado a dos años de prisión, de la que salió el pasado mes de septiembre.
Desde que se hallaron los tres cadáveres de los hermanos en una habitación de su vivienda unifamiliar, con evidentes signos de violencia, los investigadores barajaron que el móvil del crimen podía ser un ajuste de cuentas.
Los hermanos contrajeron numerosas deudas debido a que las mujeres eran víctimas de estafa por parte de un supuesto militar estadounidense, que habían conocido por las redes sociales y que inició una supuesta relación sentimental con una de ellas.
Con la excusa de que necesitaba dinero para acceder a una herencia, el presunto militar fue pidiendo a las hermanas cada vez más dinero. Se estima que le llegaron a enviar alrededor de 400.000 euros en un lustro.
Para satisfacer estas demandas, las hermanas vendieron una vivienda en Madrid, pidieron dinero a conocidos y allegados y, finalmente, habrían recurrido a prestamistas.
El hombre detenido este lunes sería uno de esos prestamistas a los que no consiguieron devolver los 60.000 euros de deuda.