El canciller ruso, Serguéi Lavrov, aseguró en una entrevista con el canal estadounidense CBS que no fue Moscú quien provocó el empeoramiento de las relaciones con Washington, por lo que no será Rusia quien tome la iniciativa para mejorarlas.
"Nosotros no estropeamos estas relaciones. No vamos a tomar ninguna iniciativa y no vamos a correr hacia Washington diciendo: 'Tío Sam, por favor perdónenos. Fuimos chicos malos'. No tenemos nada de qué quejarnos", respondió el ministro ruso a la pregunta de cómo mejorar las relaciones entre EE.UU. y Rusia, que la representante del canal calificó de "las más difíciles de la historia" tras la Segunda Guerra Mundial.
"Aquellos que inventaron la amenaza rusa, aquellos que ignoraron la enorme buena voluntad mostrada por el presidente Vladímir Putin durante sus dos primeros mandatos. Aquellos que simplemente dijeron: 'Bueno, este tipo es tan amable que simplemente lo mantendremos en nuestro bolsillo', aquellos que calcularon todo mal, ellos deben repensarlo", señaló Lavrov.
"En cambio, vemos que la actual generación de políticos de Estados Unidos no ha aprendido ninguna lección de esas políticas inaceptables que Estados Unidos comenzó a promover después del colapso de la Unión Soviética", denunció.
Terminación de tratados
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que la aspiración de acabar con la base de las relaciones ruso-estadounidenses, "incluidos todos los acuerdos sobre la estabilidad estratégica, la paridad, la confianza mutua, las inspecciones, la transparencia y el fomento de la confianza", empezó en 2001 con la decisión del entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, de salir del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (Tratado ABM), firmado entre EE.UU. y la URSS en 1972. Informó al presidente Vladímir Putin de que se retiraba del Tratado ABM. Lo explicó diciendo que debían concentrarse en impedir que Irán y Corea del Norte crearan armas nucleares, y que todo esto no estaba dirigido contra Rusia, indicó Lavrov.
No obstante, "pronto quedó claro para todos que Irán y Corea del Norte no tenían nada que ver con el despliegue del sistema de defensa antimisiles de EE.UU. en Europa e incluso en Asia", recordó. "Esta estructura de despliegue estaba claramente dirigida contra Rusia y China", denunció.
El canciller ruso señaló que posteriormente Washington destruyó otros tratados bilaterales, incluido el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) y el Tratado de Cielos Abiertos, que permitía a los aviones de los países miembros inspeccionar el territorio de los demás integrantes. También fue suspendido el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido también como START III o Nuevo START, cuya vigencia acaba dentro de dos años.
"Es imposible entender cómo los estadounidenses nos llaman enemigos, dicen que deben infligirnos una 'derrota estratégica' y al mismo tiempo quieren visitar nuestras instalaciones nucleares estratégicas, porque, supuestamente, el tratado prevé esas inspecciones. A esto les respondimos que, si leyeron el acuerdo, entonces saben que este estipula que ya no somos enemigos, que ahora hay transparencia, fomento de la confianza, indivisibilidad de la seguridad, respeto mutuo. Por lo tanto, cuando estos principios vuelvan a formar parte del comportamiento de EE.UU., que vengan a nosotros y pensaremos en ello", concluyó Lavrov.