El presunto asesino de tres hermanos ancianos en un municipio de Madrid, Morata de Tajuña, se ha declarado inocente tras haber sido asesorado jurídicamente, luego de haber confesado su culpabilidad voluntariamente.
Los hechos han conmocionado a esta pequeña localidad, de alrededor de 8.000 habitantes, desde que el pasado jueves se descubrieran los cuerpos de estos tres hermanos, dos mujeres y un hombre, con signos de violencia en el interior de su vivienda unifamiliar. El hallazgo ocurrió después de que los vecinos dejaran de verlos durante semanas.
Ahora cada vez se conocen más detalles de esta tragedia, que comenzó por una estafa amorosa online a la que sucumbieron las dos hermanas, que las sumió en un mar de deudas y que acabó implicando a otras personas.
Un hombre desesperado
El presunto asesino está identificado como Dilawar Hussain Fazal Chouhdary, aunque en Arganda del Rey, la ciudad madrileña donde residía, era conocido como 'Dani'. Tiene poco más de 40 años, es originario de Pakistán, y hasta hace poco regentaba un locutorio en el municipio en el que vivía.
Según testigos que le conocían, en los últimos tiempos su aspecto se había deteriorado visiblemente, aunque todos coinciden en que había sido una persona educada y alegre, según los testimonios que recoge el portal 20 Minutos.
Desde hacía unos meses había comenzado a vivir en una casa compartida con algunos compatriotas.
El encuentro que lo cambió todo
Dilawar conoció en su locutorio a las dos hermanas, Amelia y Ángeles, que luego presuntamente serían sus víctimas. Las dos acudían frecuentemente a enviar dinero a unos presuntos novios estadounidenses.
Ambas estaban siendo víctimas de una estafa amorosa online después de conocer a dos hombres, que decían ser militares destinados en Afganistán.
El fraude subió de tono cuando uno de ellos comunicó que necesitaba dinero para los gastos de acceso la herencia millonaria del otro, que supuestamente acababa de fallecer. Así, con diversas triquiñuelas, los estafadores consiguieron que las dos hermanas les manaran a lo largo de un lustro al menos 400.000 euros.
Amelia y Ángeles utilizaron su pensión, sus ahorros y llegaron a vender una vivienda en Madrid, pero seguían necesitando más dinero que mandar a sus supuestos novios. Entonces comenzaron a pedir dinero y terminaron solicitándolo a Dilawar.
Bajo la promesa de que recibiría el doble de lo que les prestara, convencieron al hombre de que les proporcionara 30.000 euros. Dilawar obtuvo esa cantidad del crédito que tenía en compañías de transferencias monetarias, gracias a su negocio.
Enredado en la estafa de sus futuras víctimas
Ante la imposibilidad de recuperar su dinero, el presunto asesino tuvo que cerrar su negocio y se fue a vivir con las dos hermanas a Morata de Tajuña, a la espera de una herencia que nunca iba a llegar.
Cuando descubrió el engaño comenzó a amenazar a Amelia y a Ángeles para que le devolvieran su dinero, por lo que llegó a agredir a una de ellas con un martillo.
Por esa agresión, el hombre ingresó en prisión, de la que salió el pasado mes de septiembre. Desde entonces vivía precariamente en Arganda del rey. Además, en Pakistán tenía mujer y dos hijos, a los que pensaba llevar a España.
No obstante, su paso por la cárcel produjo un distanciamiento de su familia. Así, se quedó sin sus allegados, sin trabajo, endeudado y sin dinero, y sobrevivía pidiendo limosnas a otras personas.
Ahora se investiga si Dilawar actúo solo o tuvo un cómplice, mientras está a la espera de pasar a disposición judicial. Por el momento, no ha ratificado su declaración inicial, cuando confesó voluntariamente el crimen tras presentarse en un cuartel de la Guardia Civil. Luego recibir el asesoramiento de su abogada, ahora se declara inocente.