El James Webb capta el nacimiento de estrellas en una nebulosa de nuestra galaxia vecina

La región de formación estelar se extiende por unos 1.630 años luz en la región suroeste de la Gran Nube de Magallanes.

La Agencia Espacial Europea (ESA) informó este martes que el instrumento infrarrojo medio (MIRI), a bordo del telescopio espacial James Webb, captó detalladamente una región de formación estrellas en la Gran Nube de Magallanes (GNM), una galaxia enana irregular que orbita alrededor de la Vía Láctea.

Se trata de la nebulosa denominada N79, que se extiende por unos 1.630 años luz en la región suroeste de la GNM. Esta zona de hidrógeno atómico interestelar ha permanecido prácticamente inexplorada.

Se considera la N79 una versión joven de la nebulosa de la Tarántula, también conocida como 30 Doradus, que es otro complejo de formación estelar ubicado en la GNM. Sin embargo, pese a las similitudes que existen entre ambas nebulosas, se ha sugerido que, durante los últimos 500.000 años, la N79 estuvo produciendo estrellas dos veces más rápido que la nebulosa de la Tarántula.

Analizando en detalle la N79

En la nueva imagen del James Webb se muestran tres complejos de gigantes nubes moleculares identificados como N79 S1. Uno de los aspectos que más se destaca en la fotografía es el patrón de "explosión estelar" que rodea el brillante centro de la N79.

Los científicos de ESA sostienen que esta estructura se origina en los picos de difracción causados por los 18 segmentos del espejo primario del James Webb, cuando captura la luz proveniente de la nebulosa.

El portal Space.com señala que estas piezas del potente telescopio espacial están ubicadas en forma hexagonal, por lo que se aprecian los seis principales picos de difracción, que se crean cuando el James Webb está examinando objetos particularmente brillantes y compactos, cuya luz proviene de una ubicación concentrada.

En la instantánea se observa el polvo y el gas contenidos en la N79. También se aprecian algunas estrellas en proceso de formación, conocidas como protoestrellas, incrustadas en la nebulosa.

El organismo científico indica que las observaciones de la N79 forman parte de una misión cuyo objetivo es analizar la evolución de los discos circunestelares y los materiales que rodean a las estrellas en las diferentes etapas de su creación. Además, asegura que se podrán detectar los discos de polvo que forman planetas alrededor de estrellas con una masa similar a la del Sol, aunque a la distancia de la GNB.

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