La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya tomó este viernes la primera decisión sobre la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel por crímenes de genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza.
En su veredicto, la Corte ordenó a Israel que tome todas las medidas posibles para prevenir el genocidio en Gaza. Además, dictaminó que el país hebreo debe prevenir y castigar casos de incitación directa al genocidio en el enclave palestino.
Al mismo tiempo, el tribunal exigió que Israel permita la llegada de la ayuda humanitaria a la región.
Dentro de un mes, Israel debe informar a la Corte sobre las acciones que está siguiendo para cumplir la decisión judicial, declaró la presidenta de la Corte, Joan Donoghue.
La jueza declaró que Sudáfrica tiene derecho a presentar la demanda. De acuerdo con sus palabras, algunas acusaciones contra Israel están comprendidas en las disposiciones de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
La jueza destacó que el operativo militar de Israel provocó un gran número de víctimas, destrucciones masivas y el desplazamiento forzado de una gran parte de la población de la Franja de Gaza. "La Corte es muy consciente del alcance de la tragedia humana que se está desarrollando en la región y está profundamente preocupada por la pérdida continua de vidas y el sufrimiento humano", declaró.
La presidenta del órgano judicial reiteró que los palestinos tienen el derecho a la protección contra actos de genocidio.
El primer fallo del panel compuesto por 17 jueces no aborda la cuestión principal de si el país hebreo está cometiendo genocidio, sino que examina posibles medidas de emergencia, entendidas como una especie de orden de restricción, mientras estudia el caso en su totalidad, lo que normalmente podría llevar años.
La demanda
El 29 de diciembre, Sudáfrica presentó una solicitud para iniciar un procedimiento contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya en relación con los actos "de carácter genocida" cometidos en la Franja de Gaza y buscar la suspensión urgente de la campaña militar israelí.
La decisión de Sudáfrica de demandar al país hebreo fue apoyada por la Organización de Países Islámicos, formada por 57 Estados, así como por Malasia, Turquía, Jordania, Bolivia, Venezuela, Maldivas, Namibia, Pakistán y más de 900 organismos y grupos sociales.
Y ya el Gobierno venezolano saludó el dictamen emitido por la CIJ, aunque consideró que las órdenes dictadas debieron incluir "el cese al fuego inmediato y de cualquier tipo de hostilidad que ha violado masivamente los derechos humanos del pueblo palestino".
Tel Aviv rechazó las acusaciones durante las audiencias y manifestó que es la ONU quien debería someterse a juicio. "Es la ONU la que debería ser juzgada en La Haya por hacer la vista gorda y, por tanto, actuar como cómplice en la excavación de túneles terroristas en Gaza, en el uso de ayuda internacional para la producción de misiles y cohetes, y en la educación del odio y el asesinato", aseveró Gilad Erdan, representante permanente israelí ante el organismo internacional.
Por su parte, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, declaró que Berlín se opone a la "instrumentalización política" de la Convención de la ONU para la Prevención del Genocidio e insiste en que "Israel se defiende contra el ataque inhumano de Hamás". Añadió que las acusaciones de Sudáfrica contra Tel Aviv "no tienen fundamento", por lo cual Berlín tiene la intención de intervenir como una tercera parte durante la audiencia principal.