El cineasta español Carlos Vermut, de 43 años y director de películas como 'Diamond Flash' o 'Magical Girl', ha sido acusado por tres mujeres de violencia sexual en una investigación que publica este viernes el periódico El País.
Una estudiante de cine, una empleada de una de sus producciones y una trabajadora del sector cultural denunciaron abusos ocurridos entre mayo de 2014 y febrero de 2022.
Las tres mujeres –que no han querido revelar sus nombres– realizaron declaraciones juradas y firmadas, donde se ratifican los hechos. Todas aseguran que Vermut se aprovechó de su posición y reconocimiento para mantener con ellas relaciones violentas y no consentidas.
Entrevistado por el diario, el realizador aseguró no haber sido "consciente de haber ejercido violencia sexual contra ninguna mujer". También comentó que ha practicado "sexo duro siempre de manera consentida," porque cree que "es muy importante el consentimiento".
"Me gustaría que saliera publicado que he tenido muchas relaciones de muchos tipos, siempre queriendo que la otra persona esté bien. Y creo que haber tenido una vida sexual promiscua y haber tenido sexo de muchos tipos puede llevarte a situaciones como estas", puntualizó.
"Vermut, una persona conocida"
Ninguna denunció las agresiones ante la Policía por miedo a perder o a no encontrar empleo. Una de las mujeres aseguró que el director de cine "la inmovilizó, la estranguló y la forzó a tener sexo", mientras ella mostraba oposición física y verbal, e incluso "trató de zafarse con patadas".
"No lo denuncié porque era Carlos Vermut, una persona conocida, un director de cine que estaba relacionado con mi entorno y con mi círculo laboral", afirmó la presunta víctima.
La relación siguió de "forma esporádica" durante un año y medio. "Ahora no me reconozco en esa persona. Creo que estaba negando lo que pasó y, de alguna forma, intentando hacer como que eso no me había ocurrido, porque fui consciente mucho tiempo después", destacó.
La segunda denunciante contó cómo Vermut la contactó para verse, tras haberse conocido en una charla que dio en la universidad donde ella estudiaba. La mujer tenía entonces 21 años y él 36, y le dijo que podía ayudarla a encontrar trabajo.
Luego de un primer encuentro, y después de llamadas "a altas horas de la madrugada" y mensajes que se fueron multiplicando, Vermut la invitó a su casa para ver una de sus películas.
Al terminar, el cineasta se lanzó sobre ella para besarla, tocarle los pechos sin su consentimiento y arrancarle el sujetador. "Me quedé tan quieta, no sabía qué hacer, él lo notó y dijo: '¿Te pasa algo?'", relató.
Lo último que supo de él fue por medio un correo electrónico en el que le preguntaba cómo estaba, "como si no hubiese pasado nada", narró la mujer. Luego la bloqueó en el WhatsApp.
"Miedo a agravar la situación"
El tercer caso habría tenido lugar a finales de 2019. La mujer, que tenía 26 años, y Vermut, 39, mantuvieron relaciones sexuales con "una violencia" que asegura no fue consentida.
"Recuerdo una situación en la que presionó mi cabeza muy fuerte contra él hasta el punto de darme arcadas, todo eso acompañado de expresiones verbales y físicas denigrantes que me hacían sentir en desventaja e inferioridad", reveló. También le ofreció un trabajo que nunca llegó.
Su último encuentro fue en febrero de 2022, en casa del realizador. "No me trató bien. Cuando nos fuimos a la cama, se quedó dormido, me sentía mal y no podía estar ahí a su lado", relató.
Cuando intentó marcharse, los pestillos de la puerta estaban echados y él no la dejó salir. "Fue una situación muy violenta, pensé que si me negaba a quedarme podía derivar en algo peor. Tenía mucho miedo. Él es mucho más grande", rememoró. Se quedó y a la mañana siguiente se fue.
Después recibió un mensaje de Vermut diciéndole que terminaba la relación porque ella bebía mucho.
Preguntado sobre este testimonio, Vermut respondió: "Una persona puede sentirse incómoda, creer o recordar que está siendo clara en su manera de querer parar la relación. Y a lo mejor no lo transmite de una manera en la que la otra persona lo pueda entender. También se añade el hecho de que esa persona, yo lo entiendo, puede sentir miedo a agravar la situación".
Y cuando le piden que especifique a qué se refiere con "agravar la situación", contesta: "Hombre ...Imagínate que estás con una persona que te dobla el tamaño y tú quieres parar. Vale. Y tú quieres decirlo para que pare, pero a lo mejor no quieres ponerte tan tajante como para que la otra persona tú sientas que se va a enfadar más, ¿sabes? O que vas a generar que la situación empeore".