En Colombia la disputa de tierras es histórica, ubicando al país en los índices de inequidad territorial más altos del mundo. Una situación que va más allá de cifras y abarca una infinidad de problemas de base, entre ellos, el nacimiento de grupos armados, violencia y desplazamiento forzado de zonas rurales hacia las ciudades.
A todo esto se suma la urbanización pirata de los llamados 'tierreros', estafadores que ofrecen ilegalmente un predio aprovechándose de la necesidad que tienen muchos de un techo.
"Estas personas son muchas veces engañadas por personas o delincuentes que quieren tener posesión de un predio, que no es de ellos, y que lo venden de forma irregular mediante engaños", explica a RT Jairo Cárdenas, profesional especializado en seguridad y convivencia desde Ciudad Bolívar, en el distrito de Bogotá.
Cárdenas detalla que muchas veces los 'tierreros' llevan a las personas a estos lugares y "les ofrecen unos créditos los cuales no alcanzan a pagar". "Por no pagarlos también son desplazados y amenazados de muerte", añade.
"Sin una vida digna"
Los 'tierreros' son identificados por las autoridades locales como un grupo ilegal organizado que se ocupa del fraccionamiento de terrenos sin autorización para su comercialización. Una acción que, además, pone en riesgo la vida de sus compradores al ofrecerles zonas inestables y con servicios públicos ilegales que no garantizan una vida digna.
"La luz que a veces se daña […] pues toca bregar a uno arreglarla, porque, como esto no es legal, no hay luz, no hay agua, no hay gas. Pero es duro, mami. Pero, sí, vuelvo y te repito: para uno vivir acá es porque tiene mucha necesidad", comenta una vecina.
Estos urbanizadores piratas usan distintas tácticas para intentar acreditar sus ocupaciones, que van desde falsificación de escrituras a alianzas con grupos armados para atemorizar a los pobladores.
"Que el Gobierno o quien pueda ayudar se ponga la mano en el corazón. Que mire a la gente que vive allí en frente, que ya se ha derrumbado [la vivienda], y la gente vuelve y se acomoda, mami, porque no hay dinero para vivir mejor. Por necesidad, se expone uno, por necesidad", lamenta la vecina.
Avisos de 'se vende' o 'se permuta' son una constante en esta localidad, especialmente en zonas de riesgo no mitigable donde los 'tierreros' inician su negocio redondo, que parte de la venta de una zona ilegal no reconocida y muchas veces en riesgo de derrumbe, continúan con el ofrecimiento de servicios públicos ilegales y cierran con la venta de material para construir casas que no siempre resultan las más seguras o confortables.
Un negocio circular alimentado por el miedo, las amenazas e incertidumbre de perderlo de nuevo todo y en el que el único beneficiado es el estafador.
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