Israel intentará terminar con las operaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en la Franja de Gaza después de la guerra en curso. Así lo declaró el sábado el Ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, luego de que la organización despidiera a varios miembros de su personal, acusados por Tel Aviv de participar en el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre contra el territorio hebreo.
"La UNRWA no será parte del día después", aseveró el canciller en su cuenta de X (antes Twitter), añadiendo que está tratando de conseguir apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea y otros donantes importantes para la agencia.
"Llevamos años advirtiendo: la UNRWA perpetúa el problema de los refugiados, obstruye la paz y sirve como brazo civil de Hamás en Gaza", denunció, afirmando que varios de sus empleados "son afiliados de Hamás con ideologías asesinas, que ayudan en actividades terroristas y preservan su autoridad".
Por otra parte, Katz "felicitó" a Estados Unidos y Canadá, que, junto con otros países, suspendieron temporalmente su asistencia financiera a la organización hasta que concluya la investigación correspondiente a las denuncias de Tel Aviv, invitando a otras naciones a "seguir el ejemplo".
El 26 de enero, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, anunció que Israel les había proporcionado información sobre la presunta participación de 12 empleados de esta organización en los ataques contra el país hebreo el 7 de octubre de 2023. La agencia resolvió rescindir inmediatamente los contratos de los implicados e iniciar una investigación sin revelar qué papel podrían haber desempeñado.
Por su parte, Hamás criticó el sábado las "amenazas" israelíes contra la UNRWA e instó a la ONU y otras organizaciones internacionales a no "ceder ante las amenazas y el chantaje".