La Administración Biden está estudiando, como medida de presión a Israel, la posibilidad de utilizar la venta de armamento, informa NBC News citando a tres funcionarios en activo y a un exfuncionario. Según la publicación, esta medida pretende forzar al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que atienda a los llamamientos de EE.UU. a reducir sus operaciones militares en la Franja de Gaza.
Se informa de que los funcionarios israelíes siguen pidiendo a la Administración estadounidense que les proporcione más armas, incluidas grandes bombas aéreas, munición y defensas antiaéreas. Al mismo tiempo, por orden de la Casa Blanca, el Pentágono está estudiando qué armas ha solicitado Israel para disminuir algunas entregas como fórmula para presionar.
De acuerdo con las fuentes, EE.UU. está considerando la posibilidad de ralentizar o detener las entregas con la esperanza de que al hacerlo incite a los israelíes a tomar medidas, como la apertura de corredores humanitarios para proporcionar más ayuda a los civiles palestinos.
Entre el armamento que Estados Unidos ha debatido utilizar para presionar al Ejecutivo israelí se encuentran las rondas de artillería de 155 mm y las municiones de ataque directo conjunto (JDAM), que son kits de guía que convierten las llamadas 'bombas tontas' en municiones guiadas de precisión.
Al mismo tiempo, es poco probable que Estados Unidos frene la entrega de defensas aéreas, así como de otros sistemas que podrían proteger a la población civil y las infraestructuras israelíes de los ataques, indican las fuentes.
Este jueves se informó de los planes de Biden de enviar al director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, a negociar un acuerdo entre Israel y el movimiento palestino Hamás, el cual incluye dos meses de cese el fuego a cambio de la liberación de todos los rehenes en la Franja de Gaza.