El gobierno argentino decidió finalmente descongelar, aunque de forma gradual, dos impuestos a la nafta y el gasóleo que se mantenían inalterados desde julio de 2021, lo que provocó una subida promedio de un 6 % en los precios desde este jueves, según la prensa local.
A través de un decreto firmado el miércoles, el gobierno del libertario Javier Milei dispuso actualizar el tributo congelado por los períodos 2021 y 2022, pero postergar su aplicación al ejercicio 2023, a partir de marzo y de manera gradual.
Si lo hubiera hecho de golpe, el aumento habría rondado el 11 %, según cálculos de consultoras. El anterior gobierno, del peronista Alberto Fernández, había decidido congelar los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), en medio de la aguda crisis inflacionaria que arrastra el país sudamericano.
De esta forma, la actualización correspondiente a los dos primeros trimestres de 2023 se aplicará el 1 de marzo, y los dos siguientes el 1 de abril y el 1 de mayo.
La disparada inflacionaria
El aumento, aunque menor de lo esperado, impactará en el desbocado avance de los precios. El miércoles, la prensa y las redes sociales divulgaron imágenes de colas de vehículos en las gasolineras para repostar antes del aumento.
En los últimos dos meses, casi el tiempo que lleva Milei al frente del país, los combustibles aumentaron más de un 150 % en promedio, lo cual está generando un gran descontento entre los consumidores.
La disparada inflacionaria es consecuencia del agresivo plan de ajuste impuesto por Milei para evitar, según él, la hiperinflación, lo que ha implicado entre otras cosas una fuerte devaluación del peso y el recorte de subsidios.
En enero, se espera que el índice sea menor que el altísimo 25 % de diciembre. Milei advierte de que en los primeros meses el índice de precios al consumidor seguirá disparado y que después debería moderarse.