El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, instruyó a los miembros del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de su país que eviten una guerra directa con EE.UU. y que mantengan distancia de las milicias responsables de la muerte de soldados estadounidenses. Así lo relataron al periódico The New York Times, bajo condición de anonimato, tres fuentes familiarizadas con los hechos.
Sin embargo, los participantes en la reunión —normalmente el presidente, el ministro de Asuntos Exteriores, los jefes de las Fuerzas Armadas y dos asesores del líder supremo— también recibieron la orden, según los informantes del medio, de usar la fuerza si EE.UU. atacara finalmente a la república persa. La reunión del consejo, convocada esta semana, abordó una serie de situaciones posibles: desde un ataque estadounidense contra el propio Irán hasta el bombardeo a milicias que los iraníes respaldan en otros países de Oriente Medio.
Las alternativas se analizan ante la intención expresada por Washington de responder al atentado que realizaron con un dron contra su base militar Torre 22 en Jordania, donde tres militares murieron el 28 de enero y más de 40 resultaron heridos. Dos días después, el presidente Joe Biden aseveró que ya había decidido la forma de respuesta al ataque, pero sin proporcionar detalles. El mandatario considera a Irán responsable por haber suministrado armas a los presuntos autores, las milicias chiitas proiraníes.
De acuerdo con la agencia Bloomberg, EE.UU. podría llevar a cabo "una operación encubierta" contra Irán, pero sin atribuirse la responsabilidad, o atacar a funcionarios del país persa, tal y como lo hizo en 2020, cuando fue asesinado el general Qassem Soleimani.
Algunos fragmentos recuperados del dron que atacó la base en Jordania fueron identificados de fabricación iraní, según reveló la agencia Reuters con referencia a fuentes anónimas. Por su parte, Teherán negó haber apoyado a los grupos implicados y se desvinculó del propio ataque.