El Tribunal de la Corona de Mánchester, Reino Unido, ha condenado a dos adolescentes por el asesinato "excepcionalmente brutal" de Brianna Ghey, una menor trans de 16 años, y serán encarcelados hasta que dejen de ser un peligro para la sociedad, informa Sky News.
Scarlett Jenkinson y Eddie Ratcliffe, cuyos nombres se mantuvieron en secreto durante mucho tiempo, cometieron el crimen en febrero del año pasado, cuando apuñalaron a Brianna 28 veces en la cabeza, cuello, espalda y pecho. Los adolescentes tenían 15 años en el momento del asesinato, que al parecer estuvo motivado, en parte, por la identidad sexual de la víctima.
La jueza Justiсe Yip condenó a Jenkinson y Ratcliffe a una pena mínima de 22 y 20 años de prisión, respectivamente. Sin embargo, la magistrada indicó que la duración exacta de su estancia en la cárcel se conocerá más adelante.
"Solo serán puestos en libertad si en el futuro se decide que ya no representan un peligro. Esa decisión corresponderá a la junta de libertad condicional", dijo Yip, quien considera que los adolescentes aún podrían rehabilitarse en el futuro. "Si siguen siendo un peligro, cumplirán una condena mucho más larga que la mínima y puede que nunca salgan en libertad", advirtió.
Según Sky News, durante la lectura del veredicto los menores no mostraron ninguna reacción ni arrebato de emociones. Al dictar sentencia, la juez señaló que Brianna fue asesinada "con una brutalidad excepcional" y que Ratcliffe no había mostrado el mismo interés en los asesinatos que Jenkinson. También aclaró que tuvo en cuenta los motivos sádicos de Jenkinson y la hostilidad transfóbica de Ratcliffe al dictar sentencia.
Jenkinson se había declarado inocente, pero después de una audiencia admitió ante una psiquiatra que sí participó en el apuñalamiento, habiendo culpado previamente a Ratcliffe del asesinato, reporta The Guardian.
También dijo a la psiquiatra que había golpeado a Ghey "repetidamente" y que lo encontró "emocionante". Agregó que había matado a la menor porque pensaba que dejaría de ser su amiga y lo hizo para "estar siempre con ella". Por su parte, Jenkinson estaba obsesionada con los asesinatos en serie y afirmó que "tenía la intención de tomar partes del cuerpo de Brianna como símbolo".