El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, actualmente pendiente de una posible destitución, se niega a calificar de "crisis" la situación en la frontera con México, pese a que actualmente hay más de tres millones de casos de migración pendientes, según reconoció en una entrevista para The New York Times.
Mayorkas, cuyo departamento es responsable de asegurar la frontera, se ha convertido en el blanco de un intento de destitución en la Cámara de Representantes, donde lo acusan de "negarse a cumplir las leyes federales de inmigración" y de haber "quebrantado la confianza pública" al no intentar detener la afluencia récord de migrantes que cruzan ilegalmente, mientras afirma ante el Congreso que la frontera es segura.
El funcionario ya se ha negado en repetidas ocasiones a pronunciarse sobre el juicio político, cuya votación en la Cámara podría tener lugar la próxima semana. En particular, llegó a afirmar que no pierde "ni un minuto de sueño" por el proceso, ya que está "totalmente" concentrado en su trabajo, y que los republicanos que ya votaron ni siquiera le conocen.
El "desafío" en la frontera
En la entrevista, Mayorkas sostiene que la situación en la frontera con México, que califica de "desafío", forma parte de un fenómeno mundial de personas que se desplazan en busca de una vida mejor y que está experimentando todo el hemisferio. En este sentido, insistió en que no se trata de un error del actual gobierno, ni de un "reto nuevo", sino de un problema que se viene produciendo desde hace años.
Preguntado sobre los más de seis millones de cruces ilegales en la frontera sur desde que Joe Biden tomó la presidencia, incluido casi un cuarto de millón el pasado mes de diciembre, lo que rompió el record histórico mensual, Mayorkas se negó a afirmar que se trata de una crisis, asegurando que "no le importa" el nombre que se le ponga.
Mayorkas, que defendió su trayectoria y la del Gobierno actual, comentó que desde que asumió su puesto se han expulsado o devuelto millones de migrantes ilegales. Sin embargo, para él el verdadero problema radica en la duración de los procesos judiciales de inmigración y de asilo, que se prolongan años, por lo que actualmente hay alrededor de tres millones de casos en espera que "se han ido acumulando durante mucho tiempo".
Según Mayorkas, la única vía para alcanzar una verdadera reforma es a través del Congreso. El secretario afirmó que el sistema de asilo "no funciona" y necesita una reforma inmediata en la que dijo estar trabajando, si bien advirtió que "no es la revisión radical del sistema de inmigración que se espera y que se necesita".