Los astilleros de la planta Sevmash, en la ciudad portuaria rusa de Severodvinsk, botaron este sábado el quinto crucero submarino estratégico nuclear de clase Boréi-A, el Kniaz Pozharski. La ceremonia de botadura contó con la presencia del comandante en jefe de la Armada de Rusia, el almirante Nikolái Yevménov, y de las autoridades regionales y locales.
El almirante destacó que el armamento de esta nave sumergible y sus propiedades técnicas "le permitirán cumplir eficazmente todas las tareas dentro de su finalidad". También dijo que el Kniaz Pozharski es una "encarnación de las avanzadas soluciones tecnológicas, experiencia y tradiciones" de la construcción naval rusa.
Durante la botadura, el director general de Sevmash, Mijaíl Budnichenko, rompió una botella de champán contra el armazón, tal como lo establece la tradición, y a continuación el sumergible se desplazó hacia una piscina de los astilleros. En los próximos meses, el crucero sumergible será sometido a una serie de pruebas antes de que se incorpore a la Armada, algo que Rusia tiene previsto que ocurra para finales de este año.
Rusia ya cuenta con tres cruceros submarinos nucleares de clase Boréi incorporados en su Armada y con cuatro más de clase Boréi-A, mientras que otros dos esta misma modificación se encuentran en diferentes etapas de construcción.
El pasado mes de diciembre, durante una ceremonia de incorporación en la Armada de dos submarinos de propulsión nuclear, el presidente Vladímir Putin indicó que tres submarinos adicionales clase Boréi-A portadores de misiles estratégicos se entregarán a los militares en los próximos años, mientras que cinco submarinos de la clase Yasen-M se hallan en proceso de construcción.