Miles de personas formaron este lunes una larga e inédita fila en el Ministerio de Capital Humano de Argentina para desafiar a la jefa de ese despacho, Sandra Pettovello, quien la semana pasada aseguró que atendería de manera individual a quienes tuvieran hambre.
"Yo voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre, no a los referentes. Chicos, ¿ustedes tienen hambre?", les dijo la semana pasada, de manera despectiva, a las personas que protestaban a las afueras de la dependencia.
"Vengan que les voy a anotar el nombre, de dónde son y van a recibir ayuda individualmente", insistió para desconocer a las organizaciones sociales que manejan los comedores populares en Argentina, donde a diario asisten millones de personas a comer.
Los comedores suelen recibir alimentos por parte del Estado, pero desde que Milei asumió el pasado 10 de diciembre, no han contado con este tipo de ayuda, que es crucial en un país en el que más del 40 % de las personas viven en condiciones de pobreza y 4,5 millones son indigentes, es decir, que no cuentan con los recursos necesarios para comer.
Por ello, los colectivos de los comedores populares acudieron a protestar la semana pasada en el Ministerio pero, ante la respuesta de Pettovello, decidieron tomarle la palabra y se organizaron para regresar y formarse. Con ese gesto buscan dejar en evidencia la inviabilidad de que la funcionaria atienda a los necesitados "uno por uno".
Desde temprano, miles de personas comenzaron a apostarse en las puertas del Ministerio, en una movilización que bautizaron como "Fila contra el hambre", para volver a denunciar la falta de financiamiento a los programas sociales.
"Pettovello, vas a tardar 43 años en atender a las 4,5 millones de personas que asisten a comedores", "Pettovello, con el hambre del pueblo no se negocia", "¿Urgente y necesaria? La emergencia alimentaria", rezaban algunos de los carteles mostrados por los manifestantes que, en un par de horas, ya habían formado una fila de 25 cuadras que seguía creciendo.
Apoyo
A pesar de los videos que demuestran que la ministra les dijo a los manifestantes que los atendería individualmente, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró en su conferencia de este lunes que jamás los había convocado y que tampoco los atendería.
"Hoy no los va a recibir y jamás los ha citado", afirmó al señalar que, en la protesta del viernes, Pettovello solo quería escuchar directamente a la gente, sin intermediarios.
Mientras los manifestantes seguían llegando al Ministerio, la Conferencia Episcopal Argentina salió a respaldar la original protesta con un comunicado en el que le advirtió al Gobierno que un plato de comida no se niega, y que nadie debería pasar hambre.
"Hoy, a cientos de miles de familias se les hace cada vez más difícil alimentarse bien", señaló la Iglesia, al recordar que desde hace años los altos niveles de inflación han impactado de manera particular en los alimentos.
"Lo siente claramente la clase media trabajadora, los jubilados y aquellos que no ven crecer sus salarios. También todo el universo de la economía popular, donde prácticamente se trabaja sin derechos", recordó al insistir en que la comida no puede ser una variable de ajuste del actual Gobierno.
También consideró que es necesario anticiparse para que esta situación no profundice la crisis alimentaria. "Y para eso –añadió la Iglesia– se debe facilitar a las personas, las comunidades y al pueblo, aquello que se necesite para ayudar a los más frágiles, especialmente a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores".
"Ante una crisis no son suficientes los paradigmas tecnocráticos, sean estadocéntricos, sean mercadocéntricos, es necesaria la comunidad", aseveró la institución en un comunicado.
Factor Papa
Por otra parte, la Conferencia Episcopal recordó que durante la pandemia se multiplicaron los comedores y que quienes coordinan esta asistencia social necesitan del respaldo del Estado.
"Todos los espacios de cuidado que dan de comer, todos los comedores comunitarios, de parroquias, iglesias evangélicas, y de movimientos populares deben recibir ayuda sin dilación", demandó.
La presión de la Iglesia Católica adquirió un cariz particular, ya que el próximo lunes el Papa Francisco recibirá al presidente Javier Milei en El Vaticano.
Sin embargo, el vocero rechazó la posibilidad de que la protesta afecte el encuentro entre ambos jefes de Estado, e incluso respaldó la posición de la Iglesia.
"La comida de los más necesitados no está en discusión, por supuesto que no es una variable de ajuste, lo que sí es variable son los intermediarios que hacían negocio con la pobreza se está trabajando en la ayuda y asistencia a comedores, nunca va a ser recortada", dijo al respecto.