Los republicanos de la Cámara de Representantes de EE.UU. se oponen al proyecto de ley de inmigración del Senado, informó en una declaración conjunta el Liderazgo Republicano de la Cámara.
La declaración fue elaborada por el presidente de la Cámara, Mike Johnson, el actual líder de la mayoría en ese cuerpo, Steve Scalise, el líder adjunto de la mayoría republicana, Tom Emmer, y la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara, Elise Stefanik.
Como señalaron los congresistas, el proyecto de ley "fracasa en todas las áreas políticas necesarias para asegurar nuestra frontera, y en realidad incentivaría más la inmigración ilegal".
"La soberanía de Estados Unidos está en peligro. Cualquier consideración de este proyecto de ley del Senado en su forma actual es una pérdida de tiempo. Está muerto a su llegada a la Cámara. Animamos al Senado de Estados Unidos a que lo rechace", concluye el comunicado.
Este mismo lunes, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, también señaló en su cuenta de X que "el proyecto de ley es aún peor de lo que esperábamos, y no se acercará a poner fin a la catástrofe fronteriza que creó el presidente".
Ucrania, Israel y las fronteras por separado
El 3 de febrero, Mike Johnson anunció que la Cámara de Representantes estudiaría y aprobaría un proyecto de ley independiente de ayuda militar a Israel por un valor de 17.600 millones de dólares.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, manifestó en un comunicado que la Administración del presidente Joe Biden se opone "firmemente" a dicha propuesta. Según la vocera, "durante meses, el Gobierno ha estado trabajando con un grupo bipartidista de senadores en un acuerdo de seguridad nacional que asegure la frontera y proporcione apoyo a los pueblos de Ucrania e Israel".
Jean-Pierre denunció que, "justo cuando el texto legislativo es inminente", los republicanos de la Cámara de Representantes decidieron presentar "su cínica maniobra política".
- El paquete suplementario de 106.000 millones de dólares, solicitado por el presidente Joe Biden en octubre pasado, incluía 14.300 millones de dólares para Israel y 61.400 millones de dólares para Ucrania, junto con financiación para Taiwán y la seguridad en la frontera con México. Por ahora, la asistencia está paralizada en el Congreso de EE.UU. debido a divisiones políticas. Los republicanos, que constituyen la mayoría en la Cámara Baja de la legislatura, han exigido cambios estrictos en la política fronteriza y de inmigración a cambio de apoyar los fondos para Ucrania.