Tres días después de que el grupo Nebulosa consiguiera vencer en el Benidorm Fest y ganar la plaza para representar a España en el festival de la canción de Eurovisión, con su canción 'Zorra' la polémica no ha dejado de resonar en todo el país.
Su irrupción las semanas antes ya indicaba que podía ser una seria aspirante, aunque su primer puesto no dejó de ser una sorpresa la noche del pasado sábado, ante un jurado que se encontraba dividido, mientras recibía el espaldarazo del voto del público.
La polémica llegó enseguida por varias vías. La primera era por las sucintas acusaciones de plagio. La canción de Nebulosa, grupo conformado por el matrimonio entre María 'Mery' Bas (55) y Mark Dasousa (47), presenta similitudes con uno de los temas más conocidos de la cantante Rigoberta Bandini.
Bandini fue una de las preferidas en la pasada edición del Benidorm Fest, con su 'Ay, mamá'. Sin embargo, uno de sus temas más conocidos es 'In Spain we call it Soledad', con el que los críticos de 'Zorra' creen que tiene más que razonables parecidos.
¿Un insulto machista hecho bandera?
Sin embargo, lo que ha encendido la mayor controversia tiene que ver tanto con el título de la canción, un sinónimo de prostituta en una de sus acepciones.
Sus defensores dicen que en muy corto periodo se ha convertido en un himno feminista, que lanza un poderoso mensaje de empoderamiento de la mujer y una denuncia sobre el doble rasero al que todavía ellas tienen que enfrentarse.
"Si salgo sola, soy la zorra; si me divierto, la más zorra; si alargo y se me hace de día, soy más zorra todavía. Cuando consigo lo que quiero, jamás es porque lo merezco, y aunque me esté comiendo el mundo, no se valora ni un segundo", dice una parte de la letra de la canción.
Así, los entusiastas del tema consideran que la canción le da otra connotación a la palabra zorra, tradicionalmente utilizada como insulto hacia las mujeres, apropiándose del ataque machista para reconvertirlo en un símbolo de fortaleza femenina.
Por el momento, la canción ha sido todo un éxito en España y se ha convertido en la más escuchada de esta edición, en cualquiera de las plataformas de reproducción de música.
En la rueda de prensa tras la final del Benidorm Fest, el propio Dasousa explicó que la letra era un canto a la libertad, a ser lo que cada uno quiera ser y a comportarse como cada uno quiera, sin que nadie te tenga que juzgar.
40 años de 'Zorra'
Lo cierto es que el tema de Nebulosa trae numerosas reminiscencias a la ciudadanía española. Han pasado 40 años de una mítica actuación en la televisión pública del país: el 23 de abril de 1983, el grupo de punk rock Vulpes, formado por jóvenes bilbaínas, irrumpía en escena con su canción 'Me gusta ser una zorra'.
La polémica fue tal que el espacio musical Caja de Ritmos fue cancelado y su presentador y director, Carlos Tena –que creía que el público español ya estaba preparado para otros aires– dimitió. Incluso el grupo acabó disolviéndose poco después, mientras se enfrentaban a una acusación que les pedía cinco años de cárcel por escándalo público.
Cuarenta años después, la televisión pública ha pasado de censurar una actuación con la palabra 'zorra' a impulsar a un dúo y llevarlo hasta Eurovisión, con una escenificación que encuentra muchas similitudes con aquella disruptiva presentación.
Una parte del feminismo, a la contra
Sin embargo, las críticas negativas han aparecido también de inmediato. "La exaltación del sexismo, la misoginia, y la banalización de la violencia representará a España. Este es el panorama. No es cultura, es el ensalzamiento del machismo más zafio. Veréis a vuestras hijas reivindicándose 'zorras'", escribía la exportavoz de Igualdad del Partido Socialista en el Congreso Ángeles Álvarez, en la red social X.
Los dardos vertidos en redes sociales han sido innumerables, alertando de que se trata de un insulto machista y que no es divertido llamarle así a las mujeres, ni que ellas lo utilicen para referirse a otras.
Además, este sector sostiene que no hay empoderamiento ni apropiación del lenguaje, sino un discurso patriarcal y neoliberal, que pretende que las mujeres piensen que llamarse "zorra" es revolucionario.
Del mismo modo, denuncian que el malabarismo de "apropiación del insulto" se equipara a la supuesta "libertad" de quien se abre una cuenta en 'OnlyFans' para convertirse en objeto de sexualización y mercancía, perpetuando el modelo que cosifica de la mujer a la medida del deseo del hombre.