El jefe de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés), Mike Whitaker, afirmó que la agencia enviará inspectores adicionales a todas las instalaciones de la compañía Boeing, advirtiendo que el actual sistema de seguridad "no funciona", tras una serie de incidentes que indican posibles fallos de desempeño.
"Ciertamente estoy de acuerdo en que el sistema actual no está funcionando porque no proporciona aviones seguros. Así que tenemos que hacer cambios en eso", aseveró el funcionario este martes en una audiencia en el Congreso estadounidense ante el Comité de Transporte e Infraestructura. Asimismo, reiteró la necesidad de una mayor vigilancia de Boeing y Spirit AeroSystems, su proveedor de fuselajes para el avión 737 MAX.
En ese sentido, Whitaker anunció que la FAA estaba "ampliando agresivamente la supervisión de nuevos aviones con una mayor presencia en el piso en todas las instalaciones de Boeing". "Seguiremos los datos y tomaremos las medidas apropiadas y necesarias", agregó. "Mi preocupación es que Boeing fabrique aviones seguros", expresó. "Si no se tiene esa cultura de seguridad, creo que es difícil fabricar aviones seguros", subrayó.
Los aviones de Boeing están siendo sometidos a una inspección exhaustiva desde principios de enero. El mayor incidente reciente fue una despresurización en un aparato de Alaska Airlines, que provocó que la FAA ordenara la inmovilización temporal de los Boeing 737-9 MAX, lo que a su vez ha causado pérdidas a varias grandes aerolíneas.
En ese contexto, esta semana se reportó que la compañía aérea podría retrasar las próximas entregas de unos 50 nuevos 737 MAX debido a fallos detectados en ellos que requieren trabajos adicionales, luego de que un importante proveedor descubriera dos agujeros mal perforados en el marco de una ventana en algunos de los aviones, lo que podría aumentar el riesgo de fatiga del metal a largo plazo.