En la operación militar especial en Ucrania, las fuerzas rusas recurren a las tecnologías más avanzadas para lograr sus objetivos, incluidos drones de última generación, impresoras 3D y simuladores para entrenar al personal.
Así, el batallón especial Fénix forma a especialistas en el manejo de aparatos no tripulados y también instruye a los efectivos en técnicas de minado a distancia del territorio controlado por Kiev. El batallón también cuenta con un laboratorio técnico con impresoras 3D, donde los militares desarrollan nuevos enfoques para la destrucción de objetivos de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
"Usamos simuladores para el entrenamiento", compartió uno de los instructores. "Para los chicos, esto no es un simple juego, sino un ejercicio para desarrollar habilidades de pilotaje en determinados relieves. Si el soldado no logra dominar ciertos ejercicios en un tiempo determinado, entonces pedimos otro piloto", agregó.
"Preparamos estos 'pájaros' para misiones de combate", comentó otro instructor con referencia a los drones utilizados. "Cambiamos sus configuraciones para que tengan una mayor capacidad de carga y rango de vuelo. También hay una persona que se ocupa de la lucha contra los medios de guerra radioelectrónica. Hacemos pruebas para ver cómo se desarrollan bajo estas circunstancias", detalló.
El entrenamiento dura un periodo máximo de tres semanas, que incluye pruebas de pilotaje en un polígono. También se enseña a programar y a soldar, para que los combatientes puedan reparar los drones en el lugar.