El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ordenó a su Ejército que haga planes para evacuar a más de un millón de civiles palestinos hacinados en la ciudad de Rafa, el último refugio disponible para los residentes desplazados de la Franja de Gaza, antes de iniciar una "operación masiva".
"Es imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás dejando cuatro batallones de Hamás en Rafa", anunció este viernes la Oficina del mandatario israelí en su cuenta de X (antes Twitter). "Por el contrario, está claro que una operación masiva en Rafa requiere la evacuación de la población civil de las zonas de combate", agregó.
"Por lo tanto, el primer ministro Benjamín Netanyahu ha ordenado a las FDI y al sistema de seguridad que presenten al Gabinete un plan combinado para evacuar a la población y destruir los batallones", concluye el comunicado.
El anuncio se produjo en medio de las críticas de EE.UU. hacia el país hebreo tachando de "excesivas" sus operaciones militares en el enclave palestino. "Hay muchas personas inocentes que pasan hambre. Hay muchas personas inocentes que están en apuros y muriendo. Y esto tiene que parar", afirmó el presidente de EE.UU., Joe Biden.
Catástrofe humanitaria
Se estima que 1,5 millones de palestinos –más de la mitad de la población de la Franja de Gaza– se han hacinado en Rafa, localizado en el sur del enclave en la frontera con Egipto, después de huir de los combates en otras partes del territorio tras el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre.
El número total de víctimas de la agresión israelí superó los 27.300 muertos y más de 66.600 heridos. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que 17.000 niños no están acompañados o han sido separados de sus familias, y casi todos los menores necesitarían apoyo en salud mental.