Una niña de tres años y un bebé de dos meses fueron rescatados este viernes después de estar casi 60 horas atrapados en un deslizamiento de tierra que arrasó con su pueblo en el sur de Filipinas.
La hazaña se logró gracias a los esfuerzos de los socorristas de la Cruz Roja Filipina, en medio del catastrófico corrimiento de tierras provocado por las fuertes lluvias en la isla de Mindanao, que hasta el momento ha dejado al menos 15 muertos y más de 100 desaparecidos.
Según declaró a AFP Edward Macapili, funcionario de la agencia de catástrofes de la provincia de Davao de Oro, la niña fue encontrada mientras los equipos de rescate utilizaban solo sus manos y palas para encontrar supervivientes en la aldea de Masara.
"Es un milagro", comentó Macapili, añadiendo que los buscadores habían pensado que los desaparecidos estaban probablemente muertos. "Eso da esperanzas a los rescatadores. La capacidad de recuperación de un niño suele ser menor que la de los adultos y, sin embargo, el niño sobrevivió", añadió.
Las intensas lluvias monzónicas han azotado varias partes de Mindanao de forma intermitente durante semanas, provocando corrimientos de tierras e inundaciones que han obligado a cientos de familias a evacuar sus hogares y refugiarse en centros de emergencia.