El Congreso de EE.UU. dio este domingo el visto bueno definitivo a la venta de cazas F-16 a Turquía tras completar su proceso de revisión y objeción de la transacción, poniendo fin a una compra que Ankara intentaba realizar desde 2021.
El pasado 26 de enero, el Departamento de Estado notificó formalmente al Congreso su intención de proceder con la venta de 40 Lockheed Martin F-16 y la modernización de las 79 naves que ya tiene la Fuerza Aérea turca. La decisión se produjo un día después de que Ankara accediera a permitir la entrada de Suecia a la OTAN. Este mismo día, el presidente de EE.UU., Joe Biden, instó a las cámaras a aprobar la venta de los cazas "sin demora".
Según lo estipula la ley estadounidense, el Parlamento tiene 15 días para examinar la venta, en caso de que el receptor sea un país de la OTAN. En dicho proceso, la única objeción presentada fue la del senador de Kentucky Rand Paul. Si bien su propuesta fue remitida al Comité de Relaciones Exteriores del Senado, allí no se tomó ninguna medida al respecto.
"La decisión del Congreso de esta semana de aprobar la adquisición por parte de Turquía de 40 aviones F-16 nuevos y 79 mejorados es un gran paso adelante. La flota de F-16 de Turquía es fundamental para la fuerza de la OTAN, ya que garantiza la futura interoperabilidad entre los aliados", afirmó al respecto el embajador de EE.UU. en Ankara, Jeffry L. Flake.
Turquía lleva intentando comprar cazas estadounidenses desde 2021, pero EE.UU. se negaba a vendérselos debido a una serie de desavenencias entre ambos países. Además de la polémica sobre la inclusión de Suecia en la OTAN, también hay discrepancias por la adquisición por parte de Ankara de sistemas de defensa antiaérea rusos S-400, los vínculos económicos que mantiene con Moscú y sus tensas relaciones con Grecia.