El Ministerio del Interior ruso ha incluido a la primera ministra estonia, Kaja Kallas, en la lista de personas buscadas, según muestra la base de datos de la agencia.
El sitio web del organismo dice que se busca a Kallas Kaja en virtud de un artículo del Código Penal. Sin embargo, no especifica el número.
Mientras, el Ministerio del Interior ruso también tiene en su portal una ficha del secretario de Estado estonio Taimar Peterkop. Las fuerzas del orden declararon que "se ha abierto un caso contra Kallas y Peterkop por destrucción y daños a monumentos de soldados soviéticos".
"Abuso de la memoria histórica"
"Estas personas son responsables de decisiones que, en realidad, suponen un abuso de la memoria histórica y son personas que emprenden acciones hostiles tanto hacia la memoria histórica como hacia nuestro país", explicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por Interfax.
La vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, también se pronunció al respecto, afirmando que "es solo el comienzo". "¡La gente debe rendir cuentas por sus crímenes contra la memoria de los que liberaron el mundo del nazismo y del fascismo!", escribió la diplomática en sus redes sociales.
Retórica antirrusa de Kallas
Kaja Kallas, que en noviembre del año pasado expresó su deseo de dirigir personalmente a la OTAN, es famosa por su retórica antirrusa. La primera ministra ha calificado repetidamente a Moscú de amenaza constante para la seguridad de los países occidentales. También ha apoyado la demolición de monumentos soviéticos en Estonia dedicados a los caídos en la Gran Guerra Patria.
Además, la política presionó para que se prohíba en toda Europa la expedición de visados a los rusos. "Dejen de expedir visados turísticos de la UE a los rusos. Visitar Europa es un privilegio, no un derecho humano", escribió en su cuenta de X en una ocasión. En septiembre, Kallas sugirió a los países vecinos de Rusia que le impusieran un embargo comercial unificado.
Acusaciones de "hipocresía"
A pesar de sus opiniones antirrusas, en agosto de 2023, la primera ministra se vio envuelta en un escándalo relacionado con los negocios de su marido, Arvo Hallik, que, según varios informes, continuó trabajando con Rusia tras el inicio del operativo militar en Ucrania. La noticia provocó una ola de acusaciones de "hipocresía" por los continuos llamados del Gobierno estonio para que las empresas del país corten sus lazos con Moscú.
Así, los reportes provocaron críticas contra Kallas y desataron peticiones para que dimita del cargo. En respuesta, la primera ministra destacó que no tiene nada que ver con el trabajo de su esposo. En este sentido, Kallas se negó a comparecer ante las dos comisiones parlamentarias que investigaban las actividades de su familia y rechazó haber cometido delito alguno.