El Gobierno estadounidense está trabajando junto con un pequeño grupo de socios en Oriente Medio en un detallado plan integral para lograr una paz duradera entre Israel y los palestinos que incluye hasta un cronograma de posguerra con un plazo firme para la creación del Estado palestino, reportó The Washington Post.
Según datos del periódico, el plan podría ser anunciado en las próximas semanas, mientras EE.UU., Catar y Egipto se ocupan de la mediación de las negociaciones para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes que permanecen en manos de Hamás.
Funcionarios estadounidenses y árabes comentaron al medio que un alto el fuego inicial, que se prevé que se prolongue por al menos seis semanas, daría tiempo para hacer público el plan, conseguir apoyo adicional y dar los primeros pasos hacia su implementación, incluida la formación de un Gobierno provisional palestino.
Los autores de este esquema esperan que se logre un acuerdo sobre los rehenes antes del inicio del Ramadán, que comienza el 10 de marzo, para evitar exacerbar la atmósfera de tensión en el enclave palestino bombardeado por Israel. "La clave es el acuerdo sobre rehenes", afirmó un funcionario estadounidense que participó en las discusiones sobre el tema.
El plan contempla pasos como la retirada de muchas, si no todas, las comunidades de colonos de Cisjordania; el establecimiento de la capital palestina en Jerusalén Este; la reconstrucción de Gaza; y acuerdos de seguridad y gestión de Cisjordania y Gaza juntas. Se espera que a Israel le ofrezcan garantías de seguridad específicas y una normalización de lazos con Arabia Saudita y otros países árabes.
Además de EE.UU., Catar y Egipto, en la planificación de la posguerra gazatí participan Jordania, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y representantes palestinos, tratando de llegar a un entendimiento común al respecto. Sin embargo, la ofensiva israelí contra la ciudad palestina de Rafa podría tumbar todos los esfuerzos de paz a largo plazo, así como el potencial acuerdo sobre la liberación de rehenes.
Hasta ahora, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no ha dado indicio alguno de estar dispuesto a ceder ni ante las exigencias de Hamás a cambio de la liberación de rehenes, ni en su oposición a la creación de un Estado palestino soberano.
El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, sí se ha pronunciado respecto a los nuevos reportes, asegurando que Tel Aviv no aceptará este plan "de ninguna manera que en realidad dice que los palestinos merecen una recompensa por la terrible masacre" del 7 de octubre, "un Estado palestino con Jerusalén como capital". "Un Estado palestino es una amenaza existencial para el Estado de Israel", enfatizó.
El ministro de Seguridad Nacional israelí, Ben Gvir, siguió la misma retórica, declarando que "1.400 personas son asesinadas y el mundo quiere darles un Estado", cosa que, según aseveró, "no va a pasar". Gvir se abstuvo de apreciar de igual manera la vida de los palestinos y recordar cuántos miles de civiles han muerto en la Franja de Gaza por los incesantes ataques de Israel.