Occidente tomó un rumbo equivocado que fracasó, así que debe encontrar una salida "sin quedar mal", expresó este viernes el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
"Occidente debe volver al arte de la diplomacia, y el arte de la diplomacia, como el arte de la política, es el arte del compromiso", declaró, agregando que así lo afirmó el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en la entrevista reciente con el periodista estadounidense Tucker Carlson.
En este contexto, Lavrov instó a Occidente a reconocer "la legitimidad de las reclamaciones" rusas. En concreto, reiteró que se trata del "estatus de no alineado" de Ucrania y el "rechazo a la militarización" del país, el "rechazo a expandir la OTAN", así como el "rechazo de la política nazi de exterminio legislativo y físico de los rusos y rusoparlantes en territorio ucraniano".
Asimismo, el jefe de la diplomacia rusa calificó la "fórmula de paz" propuesta por el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, de "farsa". "Que se trata de una farsa y, como mínimo, de una iniciativa poco acertada, está claro para todos", subrayó.
El canciller denunció que la fórmula de paz de Zelenski consiste en que Rusia "debe capitular", "volver a las fronteras de 1991" y "pagar reparaciones", mientras que los líderes rusos "serán juzgados por un consejo de guerra". Al respecto, añadió que en la iniciativa se incluyeron "disposiciones supuestamente neutras" sobre la seguridad alimentaria y energética, entre otras cosas, para "atraer a los países normales que se dan cuenta de lo que pasa".
Llegar "al corazón de Rusia"
Entre otras cosas, el ministro señaló que, según las autoridades rusas, el servicio de política exterior de la Unión Europea elaboró recomendaciones para Ucrania, de las que se deduce que Kiev no podrá ganar en el conflicto con sus métodos actuales.
"Por lo tanto, se debe apostar por dar a Ucrania aún más armas de largo alcance para que lleguen al corazón de Rusia, como lo describe la Unión Europea, y así sembrar la confusión y el pánico y minar la confianza de la población. ¿No es esto participar directamente en la guerra?", cuestionó.