El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró este lunes que en virtud del modelo de reparto del ingreso nacional, devenido en su criterio en un sistema que beneficia a los más ricos, "las finanzas del Estado están a punto de colapso".
"Si ustedes suman las transferencias públicas que se hacen a las EPS (Entidades Promotoras de Salud), con las transferencias públicas a fondos privados de pensiones, también agotados, con las de las concesiones de carreteras profundamente deficitarias, con el déficit de las comercializadoras eléctricas, con las transferencias al fondo de estabilización de combustibles para subsidiar gasolina y diesel, y al gran déficit presupuestario que creció por financiar la respuesta al covid con la deuda pública y no desde la emisión como hicieron los países del Norte; entonces sabrán que las finanzas del Estado están a punto de colapso", avanzó el mandatario en su cuenta de X, como respuesta a un post de El Espectador donde se refiere que las EPS deben al Estado 25 billones de pesos (unos 6.400 millones de dólares).
El comentario refiere asimismo a las pretensiones de la oposición derechista, que sostiene que el Estado debe seguir financiando el sistema de salud –gestionado por particulares–, a pesar de que existen suficientes pruebas de su ineficacia para garantizar el acceso a la salud entre los sectores más vulnerables de la sociedad, así como de lo oneroso que resulta para el Estado.
A ese respecto indicó que el "sistema de intermediación privada de recursos públicos para construir un mercado en la salud (…) dejó la red pública hospitalaria de todo el país destruida y a la mayor parte de la población sin atención adecuada", al tiempo que la deuda de 25 billones de pesos –en su decir, sobrevalorada– es la resulta de la creación de fondos de reservas técnicas, obligante para todas las aseguradoras.
"Los recursos públicos se volvieron patrimonio de los dueños y/o administradores de más de 130 EPS que se crearon en el tiempo. Se transformaron en jets privados, campos de golf, casas lujosas, clínicas privadas localizadas en las zonas más pudientes del país, en armas de paramilitares, en fondos clandestinos electorales y dejaron millones de personas muertas que se podían salvar con la tecnología adecuada", cuestionó.
La solución
A partir de la crítica, Petro defendió su reforma de salud –y las leyes derivadas– como alternativa al modelo esencialmente privatizado que rige en el país desde hace unas tres décadas.
"Lo que hemos propuesto es una nueva forma de administrar los recursos de la salud, dejándolos de supeditar al mercado y poniéndolo al servicio del derecho de la gente", sostuvo, antes de precisar que el proyecto que actualmente discute el Congreso se fundamenta en tres pilares:
1. Crear un sistema fuerte preventivo público a escala nacional. La prevención y la inversión fuerte en los determinantes de la salud y la prevención y atención primaria disminuye la enfermedad y abarata el costo público del derecho a la salud.
2. Eliminar la intermediación financiera girando directamente los recursos al sistema clínico y hospitalario.
3. Aumentar el número de personal trabajando en la fuerza de la salud mejorando sus salarios y estabilidad y aumentando la oferta educativa en todo el país".
"Con justicia y decisión popular se puede corregir este entuerto histórico o él nos llevará simplemente a la violencia. Mantener el subsidio a la extracción en grande del carbón, contraviniendo a la humanidad, permitiendo la deducibilidad de las regalías, o impidiendo las reformas sociales no es el camino. Detener el cambio necesario solo nos hundiría en la violencia", completó.
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