El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, participó este miércoles en una reunión de los cancilleres de los países miembros del G20 sobre la tensión global y llamó a declarar el rechazo del grupo "al uso de la economía como arma y de la guerra como inversión".
Destrucción de la base que disuadía los riesgos militares
En el marco de su intervención, el canciller ruso indicó que el siglo XX marcó un período importante en la liberación de "los grilletes del colonialismo" en el mundo.
Lavrov recordó que la URSS y EE.UU. sentaron "las bases para contener los riesgos militares y construir una arquitectura fiable de seguridad estratégica, principalmente en Europa". "Lamentamos que esos logros estén casi completamente destruidos hoy", declaró.
Resistencia al mundo multipolar
Según el jefe de la diplomacia rusa, el proceso de formación del orden mundial multipolar enfrenta "una resistencia seria".
"La diplomacia, como [instrumento de] la resolución de disputas por medios pacíficos, se sacrifica en favor de la confrontación por la fuerza, las guerras híbridas, la confrontación total y el deseo de infligir una derrota estratégica al adversario".
Lavrov denunció que varios países utilizan un doble rasero, la hipocresía y mentiras para alcanzar sus objetivos. Así, indicó que la entrevista del presidente ruso, Vladímir Putin, con el periodista estadounidense Tucker Carlson, que expone "la verdad que las élites occidentales ocultan a sus electores", fue recibida en Occidente "con exasperación".
Expansión de la OTAN y militarización de Ucrania
El canciller denunció que todas las promesas de que la OTAN no se acercaría al territorio ruso fueron olvidadas y se fijó el rumbo para "su expansión global". En ese contexto, recordó que las guerras en Serbia, Irak, Libia y Afganistán fueron provocadas por "las aventuras de la OTAN".
"En la cuenta de la Alianza hay decenas de miles de víctimas, Estados y economías destruidos", enfatizó.
Durante su discurso, Lavrov llamó la atención sobre las inversiones multimillonarias que Occidente hace para militarizar a Ucrania y aumentar los presupuestos militares de los Estados miembros de la OTAN. "Las empresas estadounidenses se han apropiado de las tierras agrícolas de Ucrania, y los ucranianos han sido convertidos en 'material de consumo' que el régimen de [el presidente de Ucrania, Vladímir] Zelenski envía a la muerte a cambio de préstamos occidentales", destacó.
Rechazo al uso de la economía como arma
El alto diplomático expresó su duda respecto a la capacidad del G20 de "encontrar soluciones a los acumulados retos y amenazas para la seguridad mundial".
En ese contexto, Lavrov reiteró que el "foro de las principales economías mundiales podría declarar claramente el rechazo del G20 al uso de la economía como arma y de la guerra como inversión" y demostrar su aspiración a una cooperación comercial y económica "abierta y equitativa".
"Es importante reafirmar que los bancos y fondos globales deben financiar no objetivos militaristas y regímenes agresivos, sino a países necesitados en aras del desarrollo sostenible", resaltó.