La presidencia brasileña del G20 sigue esta semana en Sao Paulo con la reunión de los ministros de Economía y presidentes de bancos centrales para abordar asuntos claves para el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva: el combate a la desigualdad, una fiscalidad más justa y la financiación del desarrollo sostenible.
Cuando el presidente izquierdista asumió en diciembre el mando temporal del grupo que reúne a las 19 economías más poderosas del planeta, a la Unión Europea (UE) y a la Unión Africana (UA), prometió promover la lucha contra el hambre y la inequidad desde ese foro.
"No es posible que tanto dinero siga en manos de tan pocas personas y tanta gente no tenga dinero para comer lo mínimo necesario", dijo entonces el mandatario.
Movilización masiva de recursos
Este miércoles y jueves, los máximos responsables económicos del mundo se darán cita en la capital financiera de Brasil para tratar de avanzar hacia ese objetivo, una semana después del encuentro de cancilleres en Río de Janeiro, que estuvo marcado por las tensiones geopolíticas y la crisis con Israel por las críticas de Lula a la brutal ofensiva sobre la Franja de Gaza.
"Esperamos que estos debates, que tendrán lugar a nivel ministerial, nos brinden la oportunidad de intercambiar ideas, pero también de lograr avances concretos en la formación de un consenso que permita la movilización masiva de recursos nacionales e internacionales para lograr un desarrollo sostenible y equilibrado con crecimiento inclusivo", explicó la secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda, Tatiana Rosito, quien también coordina al Grupo de Finanzas del G20.
El lunes, los equipos técnicos empezaron los preparativos de cara al encuentro, que se celebrará en el Pabellón de la Bienal del Parque de Ibirapuera, un centro de convenciones de la capital paulista. A él asistirán unos 450 delegados de los países, nueve países invitados y 17 organismos internacionales, según el Ministerio de Hacienda de Brasil.
La idea es que los ministros aborden cuatro bloques: la relación entre desigualdad y política económica, el diagnóstico sobre la economía global, la fiscalidad progresiva y el financiamiento del desarrollo sostenible.
Un 85 % de la economía global
Cualquier atisbo de consenso sería un gran paso, pues este grupo representa el 85 % de la economía global, el 75 % del comercio mundial y casi dos tercios de la población mundial.
Rosito recuerda además que el G20 es "crucial" para garantizar la financiación de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 y del acuerdo de París sobre el clima, que incluyen por ejemplo agua potable universal, pobreza cero, energía limpia y accesible y avanzar hacia ciudades sostenibles.
Objetivos todavía muy lejanos, en vista de la división de los países en relación al uso de los combustibles fósiles o las cada vez más catastróficas consecuencias del calentamiento global.
Una de las incógnitas del encuentro será su anfitrión, el ministro de Economía, Fernando Haddad, que tal vez deba intervenir por videoconferencia después de que el domingo diera positivo al coronavirus.
Según un borrador de declaración final todavía en discusión al que tuvo acceso la agencia Reuters, los jefes de finanzas del grupo advertirán que la economía global se enfrenta a "riesgos negativos" como "la escalada de conflictos, la fragmentación geoeconómica, el creciente proteccionismo y las interrupciones de las rutas comerciales".
"Necesitamos desbloquear recursos"
En una entrevista con el diario O Globo, Haddad explicó que lanzará una propuesta para que los superricos del mundo paguen más impuestos, algo similar, a escala global, al proyecto que logró aprobar en el Congreso de Brasil.
Eso, junto con la fiscalidad progresiva, es "esencial para enfrentar los obstáculos económicos".
El ministro, que también aboga por la reforma de organismo multilaterales como el FMI o el Banco Mundial, también destacó el bloque en el que sus colegas y él abordarán la relación deuda/financiación del desarrollo sostenible.
"Hay graves problemas de deuda en decenas de países de ingresos bajos y medios. Todos sabemos que necesitamos desbloquear recursos para los países en desarrollo y ayudarlos a salir de situaciones difíciles", explicó.
Brasil organizará la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 el próximo mes de noviembre.
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