Los restos de 14 barcos que transportaban a africanos esclavizados en infernales viajes transatlánticos entre los siglos XVIII y XIX fueron descubiertos en el norte de las Bahamas.
Cada nave podía transportar hasta 400 personas en condiciones infrahumanas, utilizando una ruta descrita por un arqueólogo marino británico como una "autopista hacia el horror" desconocida hasta la fecha, informa The Guardian.
Los barcos, datados entre 1704 y 1887 y en su mayoría de bandera estadounidense, se beneficiaban de las plantaciones de azúcar y café de Cuba, donde los esclavos trabajaban y vivían en condiciones brutales.
El arqueólogo marino Sean Kingsley, uno de los cinco coautores del informe, publicado el pasado fin de semana, afirmó que los restos revelan que los esclavistas atravesaban el archipiélago de las Bahamas en dirección sur para llegar hasta la isla de Nueva Providencia, Cuba y los alrededores de Nueva Orleans.
El investigador describió los restos de los barcos como "testigos silenciosos de un período de la historia que el mundo preferiría olvidar, pero que debe ser respetado para dar testimonio de los horrores y recuerdos del pasado colonial".
El informe destaca que los esclavos tuvieron que enfrentar "horrores inimaginables" en el momento de los naufragios: "A diferencia de las tripulaciones, que podían nadar o subirse al bote auxiliar, los esclavos a menudo eran encerrados y atornillados bajo la cubierta cuando el barco se hundía para garantizar a la tripulación un espacio óptimo en el bote mientras escapaba y evitar que fuera atacada en medio del pánico".
Los pecios han sido encontrados dentro del 'Proyecto Bahamas Lost Ships', fundado por Carl Allen, un filántropo y explorador con dos pasiones, las Bahamas y su pasado 'hundido', que pretende compilar en un inventario todos los naufragios ocurridos en el archipiélago antillano.