El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declarado que Moscú no tiene conocimiento de ninguna operación de rastreo estadounidense dirigida contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin, descrita en un libro del experiodista de The Wall Street Journal, Byron Tau.
Según la revista Wired, que cita fragmentos del libro 'Means of Control', publicado el 27 de febrero, la empresa estadounidense PlanetRisk —una pequeña startup vinculada a las autoridades y agencias de inteligencia de Estados Unidos— intentó desde 2016 rastrear dispositivos pertenecientes a conductores, agentes de seguridad, ayudantes y otro "personal de apoyo" del entorno de Putin con el fin de vigilar sus movimientos. El propio mandatario ruso afirmó en 2021 que no tiene un celular.
"No sé en qué se basa esta información. No conocemos las empresas que se mencionan [en la obra de Byron]", afirmó Peskov el miércoles. "Al mismo tiempo, por supuesto, nuestros servicios especiales están haciendo todo lo necesario para garantizar la seguridad del jefe de Estado", agregó.
"Y, por supuesto, debemos darnos cuenta de que todos los teléfonos inteligentes con cualquier sistema tradicional son absolutamente transparentes para el seguimiento, la vigilancia, etc.", concluyó el vocero.
Tucker Carlson, vigilado en Moscú
Mientras, el periodista estadounidense Tucker Carlson reveló la misma jornada que durante su estancia en Moscú a principios de este mes estuvo siendo vigilado por los servicios de espionaje del país norteamericano, que filtraron a los medios de comunicación información sobre su reunión con el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. y de la CIA Edward Snowden, que vive asilado en Rusia desde que en 2013 destapara el espionaje digital masivo de Washington a sus ciudadanos y líderes de otros países.
"En un país supuestamente libre, publican este artículo diciendo que me había reunido con Snowden como si fuera un crimen o algo así", criticó el expresentador de Fox News. "El hecho de que filtren información contra mí, de que los servicios de inteligencia de Estados Unidos participen activamente en la política y los medios de comunicación estadounidenses, es algo inaceptable", agregó.