Este jueves, la 'Gran Caravana Nacional de la Furia Bolivariana' tomó las calles de Caracas, la capital venezolana, para conmemorar los 20 años del histórico discurso del fallecido presidente Hugo Chávez donde declaró el carácter antiimperialista de la Revolución Bolivariana.
En esta movilización, que agrupó a los simpatizantes de chavismo, confluyeron en la capital personas de distintos estados como Amazonas, Delta Amacuro, Trujillo, Táchira, Zulia, entre otros. Una vez en Caracas, hubo una concentración cuyo discurso central estuvo a cargo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a la altura del Jardín Botánico, en la Autopista Gran Cacique Guaicaipuro, una de las principales vías de la ciudad que conecta al oeste con el este.
"Preparémonos para que el año 2024, como fue el 2004, sea un año de crecimiento, prosperidad, paz, estabilidad y grandes victorias para Venezuela", dijo Maduro desde la tarima, en remembranza a la bonanza económica y estabilidad política que experimentaba el país dos décadas atrás.
Nuevos planes contra Citgo
A propósito del carácter antiimperialista de la concentración, el mandatario aprovechó la ocasión para denunciar la existencia de "planes" para apoderarse de la refinadora Citgo, filial de Petróleos de Venezuela en EE.UU., y "descuartizarla".
"Secuestraron Citgo, nos niegan el derecho a la defensa en los tribunales gringos. Se repartieron el botín el [Juan] Guaidó, el Leopoldo López, el [Henrique] Capriles, la [María Corina] Machado, el [Antonio Ledezma]", acusó.
En su decir, esos agentes del ala extremista de la oposición, "se repartieron el botín de miles de millones de dólares, se robaron más de 5.000 millones de dólares físicos, líquidos, 'cash'".
"Bastante pueblo hay aquí"
En 2004 se realizó una movilización denominada 'Venezuela se respeta', que plenó de una "marea roja" —como es llamada la multitud de simpatizantes que acuden a las concentraciones y eventos del chavismo— la entonces autopista Francisco Fajardo, que desde 2020 cambió su nombre a Gran Cacique Guaicaipuro.
En esa manifestación popular, el entonces presidente venezolano se refirió a los planes conspirativos y golpistas de sectores de la oposición que recibían apoyo y financiamiento del Gobierno de EE.UU., que en este momento estaba presidido por George W. Bush.
"Respetamos al pueblo de los EE.UU. y le pedimos que le exija a sus gobernantes respeto para los pueblos hermanos de América, para la dignidad de los pueblos", dijo Chávez durante su discurso.
El líder bolivariano se refirió a los "grupúsculos violentos", que contaban con el espaldarazo de Washington, y manifestó que la inteligencia venezolana había interceptado comunicaciones de dos aeronaves estadounidenses que aterrizaron en el país suramericano.
Entre los mensajes que desveló dijo que había conversaciones sobre la petición que harían los dirigentes de la oposición a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que se aplicara la Carta Democrática Interamericana porque Venezuela era "ingobernable". Además, se solicitaría que "la fuerza de intervención rápida de los 'marines'" estuviera lista "para invadir a Venezuela".
En ese punto, Chávez hizo una pausa y dijo una serie de frases que se han convertido en un ícono del antiimperialismo y del rechazo a la injerencia de los gobiernos de EE.UU. en la política interna de la nación suramericana.
Bueno, yo les voy a decir algo: bastante montaña hay aquí, bastante sabana hay aquí, bastante historia hay aquí, bastante heroísmo hay aquí. ¿Y saben una cosa? ¡Bastante pueblo hay aquí! ¿Y saben otra cosa? Bastantes cojones hay aquí para defender esta tierra, para defender esta patria de cualquier intruso que pretenda venir a humillar la dignidad de esta tierra sagrada, la dignidad de todos nosotros, carajo.
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