El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este jueves la suspensión de la compra de material bélico a Israel en respuesta al ataque ocurrido ese mismo día durante la distribución de alimentos en la Franja de Gaza, que dejó un saldo de más de 100 palestinos muertos.
Ambos países han sido socios armamentistas durante más de tres décadas. En los 90, Colombia compró a Israel 24 aviones de combate Kfir, que ya están a punto de cumplir su vida útil, por lo que el Gobierno busca el modo de reemplazarlos, si bien aún necesita repuestos y servicios de la industria aérea del país hebreo para el mantenimiento de las antiguas aeronaves.
Las Fuerzas Armadas del país sudamericano cuentan con otras armas de fabricación israelí, como las pistolas semiautomáticas Jericho, los rifles X95, los misiles antitanque Nimrod y Spike, los aviones no tripulados Hermes, los vehículos de artillería tipo M-462, las baterías antiaéreas Eagle Eye, así como los fusiles Galil y las ametralladora Negev, aunque esta se fabrica bajo licencia por la Industria Militar de Colombia (Indumil), que, además, produce su propia línea de Galil, denominada Córdova. El año pasado, a esta lista se sumaron 18 obuses autopropulsados Atmos, que, según lo estipulado en el contrato, deberán ser entregados en el plazo de ocho años.
Advertencias de generales
Según expertos militares, los mayores inconvenientes vinculados a la suspensión de las compras armamentísticas a Tel Aviv se manifestarán en relación a los Kfir y los Galil, pues se trata de equipos clave para las fuerzas colombianas.
En declaraciones a Semana, el general Guillermo León, excomandante de la Fuerza Aérea del país, señaló que, si se llega a romper el contrato de mantenimiento con Israel, la flota de aviones Kfir no tendría "cómo mantenerse en vuelo, porque no va a haber flujo de repuestos" y "quedaría en tierra". Mientras tanto, admiten que no saben nada sobre el equipo de reemplazo.
Sobre los fusiles Galil, el general retirado Eduardo Zapateiro, excomandante del Ejército, indicó a ese medio que se trata del "equipo individual de todos los soldados de Colombia". "Este fusil, que también Indumil y Policía lo dan a las demás fuerzas, tiene un elemento muy importante que es el alma del arma [...], que es el cañón y el cañón lo produce Israel", apuntó. En este sentido, advierte que el país "se quedaría" sin los Galil, porque ese cañón no lo van a "poder sacar adelante".
En busca del reemplazo
Este viernes, Petro aseguró que buscará un remplazo para adquirir armamento. "No hay ningún nuevo contrato para compra de armas" suscrito con Israel, sostuvo el mandatario, aclarando que "lo que existen son contratos para el mantenimiento de las mismas".
"Estaremos buscando el reemplazo de lo que ya se adquirió para liberar a Colombia de una relación militar que no le conviene al país ni a América Latina", concluyó.