Perú tiene ante sí un año histórico: en este 2024 se conmemora la Batalla de Junín, combate vital para el movimiento emancipatorio americano, por la cual ya empezaron los actos preparativos y la reflexión histórica.
Desde el racismo imperante en la nación andina hasta la división Lima-provincias fueron abordados por altas autoridades y especialistas en un evento realizado recientemente en la Sala Raúl Porras Barrenechea del Congreso de la República.
Una serie de tópicos que se tocaron en dos etapas. Al comienzo departieron los legisladores, entre ellos el segundo vicepresidente del Congreso, Waldemar Cerrón Rojas; y el presidente de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural, Héctor Acuña Peralta.
Posteriormente fue turno de historiadores y profesionales que ampliaron la visión sobre la Batalla de Junín, registrada el 6 de agosto de 1824 bajo el liderazgo del libertador Simón Bolívar.
Lagunas históricas
Manuel Andrés García, de la Universidad de Huelva (España), experto en peruanismo en Europa, fue el primero en hablar de la "omisión de actores que fueron sumidos al olvido". En su opinión, la historiografía "omitió la participación de los grupos subalternos".
Consideró que esto fue una continuación de lo vivido antes en Haití, la primera nación en América Latina que se independizó el 1 de enero de 1804, que luego fue excluida del intercambio comercial vivido en la región tras la descolonización.
"Marginación iniciada prácticamente desde su emancipación, Haití fue abandonada por pragmatismo para tener apoyo económico e incluso militar de las potencias", subrayó García.
Por su parte, Susana Aldana, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, indicó que el de Junín fue una guerra "plena de montoneros y por eso no ha recibido tanta atención".
"Sin Junín, Ayacucho no se fuese realizado, por lo menos no en las mismas condiciones", añadió la experta en referencia a la batalla del 9 de diciembre de 1824, también en suelo peruano, que selló el triunfo sobre la corona española.
La emancipación del Perú fue un proceso enrevesado, en el que participaron diversos actores locales, regionales y continentales. De hecho, antes que Bolívar fue el protector José de San Martín quien estuvo al mando e incluso declaró la independencia.
La "complejidad de la independencia", el carácter de guerrillas de los montoneros, hizo este desarrollo muy particular en el contexto latinoamericano, señaló Aldana.
"Junín es el pico más alto de los plebeyos peruanos", enfatizó Gustavo Montoya Rivas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. "Esta épica de los montoneros, de las guerrillas, debe reseñarse, honrarse", llamó.
Montoya lo calificó como una "gran deuda del Estado" en un país donde no tienen un prócer autóctono de cabecera. San Martín y Bolívar, cuyos cuadros engalanan el pleno del Parlamento peruano, eran argentino y venezolano, respectivamente.
"¡Peruanicemos el bicentenario de la Batalla de Junín!", clamó el profesor e historiador de la región, Apolinario Mayta Inga, en medio de aplausos en la Sala Raúl Porras Barrenechea.
El factor económico
El territorio del Perú era uno de los pocos virreinatos que la monarquía española mantenía en suelo latinoamericano. Proveía a la corte de los Borbones inmensas riquezas, particularmente oro y plata, provenientes de las minas peruanas.
La opulencia que caracterizaba al Perú se trasladó a la República nacida en el período bolivariano, pero no se repartió a toda la nación que nacería con el pasar del tiempo. Un periplo en que también inició el centralismo limeño.
"Las élites son las grandes ganadoras del proceso", aseguró García en el primer encuentro de especialistas en torno a la emblemática Batalla de Junín.
En ese sentido, Cerrón manifestó que "la gran tarea es la liberación económica". Además, tildó de "carácter eminentemente política, mas no económica" la independencia peruana.
"O eres explotado o eres el explotador", aseveró el congresista del partido izquierdista Perú Libre.
Mientras que Vivian Olivos, presidenta de la Comisión Especial Multipartidaria Conmemorativa del Bicentenario de la Independencia del Perú, abogó por evitar todo tipo de divisiones en la sociedad.
"El Perú está sediento de unión, de obras", afirmó Olivos entre vítores. "Que no existan más brechas con nuestro Perú profundo", pidió.
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