El ruido de los disparos se oye estos días con intensidad en Puerto Príncipe, capital de Haití, donde en medio de la escalada de violencia muchos se hacen la misma pregunta: "¿Dónde está el primer ministro, Ariel Henry?".
Bandas fuertemente armadas intentaron el lunes tomar el control del aeropuerto internacional Toussaint Louverture y todos los vuelos quedaron cancelados, lo que complica el regreso del primer ministro, quien desde la semana pasada está fuera del país.
Según el medio local Radio Télé Métronome, Henry pidió ayuda al Gobierno de EE.UU. para regresar a Haití en un avión militar, pero Washington se habría negado.
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, aseguró a la prensa que piensa que Henry retornará. "Tenemos entendido que el primer ministro regresará al país", aseveró Miller, quien añadió que Washington "cree que es importante que lo haga y que se le permita hacerlo".
Estado de emergencia
Los intensos tiroteos en los alrededores del aeropuerto el lunes se dieron tan solo un día después de que el gobierno declarase el estado de emergencia y el toque de queda en Puerto Príncipe, tras los ataques en dos penitenciarias que dejaron al menos 10 muertos y permitieron la fuga de miles de reclusos.
En un esfuerzo por recuperar el control, el ministro de Economía, Patrick Michel Boisvert, firmó el decreto en calidad de primer ministro en funciones, porque Henry viajó a Kenia para suscribir un acuerdo que permita el envío de policías de este país africano a Haití.
El Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en octubre pasado, un año después de que Henry lo solicitara, una misión multinacional de apoyo a la seguridad para ayudar a los agentes haitianos, pero hasta el momento no ha sido desplegada.
Antes del viaje a Kenia, el primer ministro participó en Guyana en la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom), desde donde se emitió un comunicado en el que se informó que Henry se comprometía a realizar elecciones generales antes del 31 de agosto de 2025.
Derrocar a Henry
El anuncio enfureció a los líderes pandilleros, que en los últimos años han tomado el control de importantes zonas del país. El jefe de una de las principales bandas Jimmy Cherizier, alias 'Barbecue', un expolicía que llamó a las facciones a unirse para derrocar al gobierno de Henry, aprovechó para intensificar sus ataques ante la ausencia del primer ministro.
Henry, un prestigioso médico que estudió medicina en la Universidad de Montpellier, Francia, ha gobernado Haití de forma interina desde el asesinato de Jovenel Moïse hace tres años, y aunque se comprometió a dimitir a principios de febrero pasado, después consideró que era necesario restablecer la seguridad para garantizar unas elecciones libres y justas.
En respuesta a ese anuncio, una multitud salió a las calles de Puerto Príncipe pidiendo su destitución.
Desde la muerte de Moïse, cientos de bandas han ampliado su territorio en las calles y, según la ONU, más de 313.000 personas abandonaron sus hogares en medio del conflicto armado entre policías y pandillas. Tan solo en enero, 806 personas fueron asesinadas, heridas o secuestradas.
"La ya grave situación de derechos humanos se ha deteriorado aún más, en medio de una violencia de pandillas implacable y en expansión, con consecuencias desastrosas para los haitianos", afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.
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