Un estudio realizado por la firma Emission Analytics, citado este domingo por The Wall Street Journal, reveló que los vehículos eléctricos emiten a la atmósfera más partículas contaminantes que sus contrapartes a gasolina.
De acuerdo con el informe, gran parte de las partículas liberadas por los automóviles propulsados por electricidad provienen del desgaste de sus neumáticos. Se estima que el deterioro de las llantas puede llegar a producir 1.850 veces más partículas, a menudo tóxicas, que los tubos de escape de los autos de gasolina modernos.
Esto se debe a que actualmente los vehículos eléctricos son más pesados, por lo que sus neumáticos, que generalmente están fabricados a partir del petróleo, se desgastan más rápido. Por otro lado, se descubrió que las emisiones por el deterioro de las llantas en media tonelada métrica de peso de batería en un automóvil eléctrico son 400 veces mayores que las emisiones de partículas directas del escape.
El motivo por el que WSJ decidió publicar la investigación de Emission Analytics fue la revisión de la propuesta de las autoridades de California por parte de la Administración del presidente Joe Biden para prohibir la venta de autos de gasolina en el estado en 2035, con el propósito de evitar daños a la salud por las partículas contaminantes en el aire.
Sin embargo, esta medida podría no cumplir su objetivo de reducir dichas partículas, puesto que los vehículos de gasolina son "más limpios" que sus homólogos eléctricos. La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) asegura que los autos de gasolina liberan alrededor del 1 % de todas las partículas finas directas en territorio californiano, y que la mayoría de estas son emanadas por modelos antiguos de dichos coches.
La venta de vehículos eléctricos continuará
El director ejecutivo de Emission Analytics, Nick Molden, señaló que, pese a que se sabe que el deterioro de los neumáticos de los automóviles eléctricos contribuye al aumento de las partículas contaminantes, esto no impedirá que se sigan vendiendo.
"Por el momento, la agenda política es muy fuerte hacia la reducción del cambio climático", indicó Molden, quien enfatizó que "los vehículos eléctricos ofrecen una reducción de aproximadamente el 50 % de CO2 [dióxido de carbono], lo que [afecta] el cambio climático". No obstante, enfatizó que estos coches "tienen la desventaja de que aumentan la contaminación por partículas", lo cual impacta en la calidad del aire que se respira y en "los efectos sobre la salud".
El aumento de este tipo de vehículos en territorio estadounidense se debe, en mayor medida, a las políticas de la Casa Blanca encaminadas a garantizar que, para el 2030, el 50% de los automóviles nuevos sean completamente eléctricos.
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