Los países de la Unión Europea deberían priorizar el trabajo conjunto y el aumento de la cooperación entre sus Fuerzas Armadas en lugar de formar un ejército común. Así lo afirmó este 6 de marzo el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad del bloque, Josep Borrell, en una entrevista a Politico.
Durante varios años Francia, Alemania e incluso Hungría pidieron la creación de un ejército común para reforzar la defensa del órgano. Sin embargo, en los últimos meses las voces que abogaban por tal iniciativa se han quedado en silencio, recoge la revista.
En ese contexto, el alto cargo afirmó que "la defensa es competencia de los Estados miembros. La cuestión no es tener un ejército de la UE sino más bien trabajar mejor juntos entre los 27 Ejércitos".
En esa línea, la eurodiputada alemana Hannah Neumann sugirió al medio que "no tiene sentido pedir un ejército europeo en un momento en el que ni siquiera puedes producir suficiente munición para defenderte o apoyar a tus socios más cercanos".
Preocupación por la defensa
Las declaraciones se produjeron después de que la Comisión Europea presentara el martes una estrategia para mejorar su industria de defensa, instando por la racionalización de la adquisición de armas entre los miembros y la reducción de la dependencia de la industria armamentística estadounidense.
En 2022, "la inversión en defensa de nuestros Estados miembros ascendió a 58.000 millones de euros (63.276 millones de dólares), fragmentados entre 27 centros de demanda. En Estados Unidos, uno solo, el Pentágono, ha invertido 215.000 millones de euros, casi cuatro veces más", explicó Borrell en una conferencia de prensa tras el evento. "La fragmentación debe abordarse con cooperación", aseveró.
"Está claro que hay un nuevo sentido de urgencia y responsabilidad entre los Estados miembros para intensificar nuestro trabajo conjunto en defensa y un claro deseo de hacer más y juntos", afirmó posteriormente a la revista.
Entre tanto, las preocupaciones de la UE ante la reducción de la dependencia estadounidense se dan a la luz de los comentarios del expresidente Donald Trump que sugieren que no se debe esperar que Washington defienda a los aliados europeos que se niegan a cumplir sus compromisos de gasto militar con la OTAN.