Las claves del testimonio de Juan Orlando Hernández en su juicio en EE.UU. por narcotráfico
El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández compareció el martes como testigo del juicio por narcotráfico que se le sigue en un tribunal del estado de Nueva York (EE.UU.) y negó que protegiese a miembros de cárteles de la droga a cambio de millones de dólares en sobornos.
Su testimonio sucedió al de presuntos narcotraficantes que esperan obtener beneficios procesales por su cooperación con la justicia estadounidense, quienes afirmaron que el exmandatario recibió dinero de los capos de la droga y que dichos fondos le ayudaron a ascender en su carrera política, reportó la agencia AP.
Estas afirmaciones fueron desmentidas por Hernández, que afirmó haber trabajado contra los intereses del narcotráfico porque "le hicieron mucho daño" a su país, negó haber aceptado coimas de los narcotraficantes y se autopromocionó como un líder que colaboró activamente con Washington en su cruzada contra las drogas, al punto de que su administración extraditó a más de 20 personas.
"Dije que cualquier solicitud de extradición por parte de EE.UU. debía ser concedida", sostuvo al respecto.
Del mismo modo, cuando un abogado defensor lo inquirió sobre si alguna vez aceptó dinero de narcotraficantes o protegió de algún modo a cárteles o a algunos de sus miembros cuyos nombres han salido a colación en el juicio, él insistió en su negativa, como también ocurrió cuando fue interpelado por un señalamiento relativo a la recepción de millones de dólares de los barones de la droga mientras ejercía como alcalde en Honduras, a cambio de otorgarles protección.
También se aludió a los supuestos planes que tendrían organizaciones narcotraficantes para asesinarlo, de los que habría sido advertido por el Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés).
La Fiscalía y el contrainterrogatorio
Según la versión de los fiscales, Hernández empleó al Ejército y a la Policía para ayudar a los cárteles a transportar toneladas de cocaína cuyo destino final era EE.UU., país en el que se le consideraba un aliado valioso para sus intereses en Centroamérica.
En el contrainterrogatorio, la Fiscalía le preguntó por una fotografía tomada en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010, en la que se le ve abrazado de un narcotraficante muy conocido. Como respuesta, alegó que no conocía a la persona e insinuó que probablemente la imagen era falsa, aunque luego dijo que no estaba seguro si se había producido un encuentro con el hombre.
El expresidente también afirmó que si bien el narcotráfico le dio dinero a todos los partidos políticos de Honduras, él no recibió fondos de ellos, lo que le valió las burlas de los fiscales, que con ironía le preguntaron si de verdad era "el único político honesto en Honduras".
Hernández fue imputado a mediados de febrero por conspiración para importar cocaína a EE.UU., uso de ametralladoras y dispositivos destructivos para el narcotráfico y posesión de armamento en el contexto de la conspiración. De ser hallado culpable, podría enfrentar una pena de entre 10 años de cárcel y cadena perpetua.
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