El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este viernes que un estudiante de la escuela normal rural de Ayotzinapa murió en manos de la Policía y que hay otro joven herido.
"Es muy lamentable que se haya presentado esta situación un día después de que se lleve a cabo una protesta en el Palacio Nacional", dijo el mandatario durante una conferencia de prensa en la que contradijo las versiones de organizaciones de derechos humanos que reportaron dos muertos.
El mandatario explicó que la versión oficial de la Policía del estado de Guerrero es que el jueves los estudiantes viajaban en un auto robado y que, cuando les pidieron que se detuvieran, respondieron a balazos, en hechos ocurridos en una localidad ubicada a la salida de Chilpancingo, la capital de Guerrero.
"Lamentablemente pierde la vida un joven. Hay otro herido, al parecer no grave, afortunadamente", dijo al mandarle el pésame a los familiares, amigos y compañeros de la víctima fatal.
López Obrador anunció que, para aclarar lo sucedido y castigar a los responsables, ya solicitó que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso.
También aseguró que esta tarde la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, dará a conocer pormenores de la investigación, sobre la cual habrá informes diarios.
"Hay que aclarar que no fue un choque de policías y manifestantes. Es otra cuestión, lamentable, porque no queremos que nadie pierda la vida, pero no queremos de ninguna manera caer en provocaciones. Todos tenemos que actuar de manera responsable", dijo.
Responsabilidad
La muerte del estudiante agravó la crisis política que enfrenta López Obrador en medio de su enfrentamiento con los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, quienes han declarado que ya no creen en el presidente.
Su principal reclamo es que el Ejército abra los archivos que tiene sobre el caso, pero el mandatario insiste en que las Fuerzas Armadas ya entregaron toda la información relativa a la desaparición.
En los últimos días, la relación se tensó todavía más debido a un plantón que los familiares realizaron en el Zócalo de la Ciudad de México; a una protesta que hubo en Palacio Nacional y que culminó con una puerta rota; y por las acusaciones de López Obrador en contra de los abogados y asesores de los padres y las madres de Ayotzinapa, a quienes considera "manipulados".
Sin embargo, López Obrador reiteró este viernes sus críticas y cuestionó de manera personal a Vidulfo Rosales, el abogado indígena que ha acompañado la lucha de los familiares y que esta semana advirtió que llevarían su reclamo de verdad, justicia y castigo a los mítines de la candidata presidencial oficialista, Claudia Sheinbaum.
"¿Qué es eso? Si lo que se está demandando es que se aclare cómo fue que desaparecen a los jóvenes, quiénes son los responsables, y en eso estamos trabajando", afirmó.
Por ejemplo, recordó que durante su Gobierno se detuvo al exprocurador Jesús Murillo Karam, autor de "la verdad histórica" con la que el expresidente Enrique Peña Nieto quiso cerrar el caso; además de dos generales y otros militares que siguen presos por estar involucrados en la desaparición.
López Obrador también cuestionó que Rosales pretenda protestar en los actos de Sheinbaum y no con la candidata de la coalición conservadora Fuera y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, y el abanderado del opositor Movimiento Ciudadan0, Jorge Álvarez Máynes.