Este viernes fueron detenidos en Ucrania, cerca de la frontera con Rumanía, 34 hombres que intentaban evitar la movilización forzosa al cruzar ilegalmente la frontera y huir al país vecino.
Según informó el periodista ucraniano Vitali Glagola, agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania y guardias fronterizos detuvieron un minibús Mercedes Sprinter, en el que viajaban hombres en edad militar, a tres kilómetros de la frontera ucraniana-rumana, en la región de Chernovtsi. Las imágenes captadas durante la detención muestran a los agentes arrojándolos literalmente del vehículo mientras los golpeaban.
Además, fue arrestado el conductor, quien fue el organizador de la fuga y cobró 10.000 euros (unos 10.943 dólares) a cada uno de los pasajeros por sus servicios. Durante la detención, uno de los agentes puso la rodilla en el cuello del conductor y otro lo golpeó con las piernas.
La operación de las fuerzas de seguridad se llevó a cabo en el marco de un procedimiento penal determinado por el artículo 332 del Código Penal de Ucrania, según el cual "el transporte ilegal de personas a través de la frontera estatal de Ucrania se castigará con penas de prisión de tres a cinco años".
Desde el inicio del conflicto, el Gobierno ucraniano ha prohibido a los hombres de entre 18 y 60 años abandonar el país. Y más recientemente, debido a la escasez de tropas, la Rada Suprema (el Parlamento ucraniano) aprobó un proyecto de ley de movilización militar que endurece las normas de reclutamiento y restringe significativamente los derechos de los reclutas. En este contexto, cada vez aparecen más informes sobre detenciones de ucranianos que tratan de evadir el deber de ir al frente de batalla.