El Ejército ruso eliminó esta semana dos sistemas Patriot de fabricación estadounidense que estaban siendo usados por las tropas ucranianas, y hasta ahora se desconoce el destino de las tripulaciones de los dos complejos. El columnista militar de Forbes David Axe reveló el posible destino de los soldados ucranianos.
Según Axe, las tripulaciones de los Patriot "casi con certeza" murieron en la explosión causada por el impacto del misil ruso del sistema Iskander. Asimismo, el columnista señala que la rápida reacción de los militares que controlaban los complejos Iskander y la labor de los drones de reconocimiento permitieron a las fuerzas rusas destruir dos complejos Patriot en un solo ataque, privando así a Ucrania de cerca del 13 % de las armas de las que dispone.
"Por muy sobrecargados que estuvieran los defensores antiaéreos de Ucrania antes de que los rusos destruyeran dos de sus lanzadores Patriot y probablemente mataran a sus experimentadas tripulaciones, los defensores antiaéreos están aún más sobrecargados ahora", destaca Axe, agregando que las autoridades ucranianas tendrán dificultades para reemplazar los sistemas y sus tripulaciones.
La adquisición de nuevas unidades podría llevar varios meses y costar millones de dólares al régimen de Kiev, indica Axe. Una forma más rápida de reponer estas armas sería a través de donaciones de un país europeo o directamente de EE.UU., pero de momento no se esperan nuevas entregas de Patriot por parte de los países occidentales. "Así que cada lanzador Patriot que pierden los ucranianos es un lanzador Patriot que no pueden reemplazar fácilmente", subraya el columnista, concluyendo que "el cuerpo de defensa antiaérea de Ucrania seguramente está tambaleándose".