Zimbabue se reserva el derecho de expulsar a "misiones ilegales" provenientes de Occidente, incluido EE.UU., pues sus acciones tienen como objetivo violar la soberanía del país, afirmó el portavoz presidencial, George Charamba.
"El solo hecho de que alguien no indique oportunamente la presencia de extranjeros en el territorio de un país soberano llamado Zimbabue es delito suficiente para deportar a esas personas, y mucho más subestimar el número de personas que han ingresado ilegalmente" al país, destacó Charamba, agregando que en tales casos "no se puede esperar ninguna cortesía".
Sus comentarios tuvieron lugar después de que cuatro ciudadanos estadounidenses contratados por la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) supuestamente entraran ilegalmente al país el mes pasado sin notificarlo a las autoridades y celebraran reuniones encubiertas y no autorizadas.
Se informa que los cuatro miembros de USAID fueron deportados el 17 de febrero después de que se descubriera que buscaban "un método más eficaz para efectuar un cambio de régimen en el país". "Tras darse cuenta de que su equipo estaba siendo seguido, la Embajada de EE.UU. [...] no presentó una nota verbal, o una nota diplomática, hasta el 5 de febrero de 2024" para notificar su llegada, explicó Charamba.
"Incluso entonces, esa nota diplomática en particular solo reveló a dos personas de origen extranjero", precisó el vocero, agregando que, "sin que ellos lo supieran", las autoridades de Zimbabue estaban al tanto de que "las personas que habían entrado subrepticiamente" en el territorio del país "eran en realidad cuatro, y no dos como se había declarado".
"Por cierto, los otros dos no declarados habían sido muy activos sobre el terreno, reuniéndose con grupos de interés, con miembros destacados de la oposición y con ONG y viajando por todo el país con el propósito expreso de recopilar información, e información de naturaleza política", aseveró Charamba.
Desestabilización antes de las elecciones
En este contexto, el portavoz presidencial subrayó que el Gobierno no solo hará "cumplir las leyes del país", sino que también se propondrá "lograr que ese país extranjero respete la soberanía" de Zimbabue.
"Permítanme dejar muy categóricamente claro que, si bien se trata de un incidente específico, lo mejor que puede hacer el Gobierno estadounidense y sus agencias es saber que Zimbabue está decidido, es capaz y está preparado para deportar a tantas misiones ilegales de cualquier país, incluido el poderoso EE.UU., siempre que estos países estén dispuestos a organizar misiones ilegales que violen la integridad de Zimbabue", indicó.
"Ese mensaje debe llegar muy, muy claramente a todos los países, incluidos a los estadounidenses. El tamaño del país, el poder militar de ese país, el poder económico de ese país, el poder diplomático de ese país es absolutamente intrascendente cuando se trata de la soberanía de este país y la necesidad de preservarla", comunicó el vocero.
De acuerdo con sus palabras, la misión estadounidense que fue detectada en Zimbabue era puramente política y tenía como objetivo palpar el entorno antes de las elecciones generales previstas para 2028.
Comportamiento inapropiado y agresivo
Por su parte, USAID anunció este viernes que las autoridades de Zimbabue deportaron por la fuerza a su personal. La agencia calificó el comportamiento del país africano de "inapropiado y agresivo".
"Estados Unidos está profundamente preocupado por los recientes intentos de las autoridades de Zimbabue de intimidar verbal y físicamente a varios funcionarios y contratistas del Gobierno estadounidense, sometiendo a algunos de ellos a detención nocturna, transporte en condiciones inseguras, interrogatorios prolongados, incautación e intrusión en equipos electrónicos personales y deportación forzosa", detalló en el comunicado la jefa de USAID, Samantha Power.
La agencia estadounidense señaló que lo ocurrido demuestra que el comportamiento del Gobierno de Zimbabue no está comprometido a realizar las reformas democráticas y reanudar el diálogo con la comunidad internacional. Según USAID, no es la primera vez que ciudadanos estadounidenses "sufren acoso y trato indebido por parte de las autoridades de Zimbabue".