Las autoridades de Nueva York anunciaron el despliegue de la Guardia Nacional y agentes de Policía adicionales en el metro de la ciudad tras una serie de crímenes violentos contra pasajeros y trabajadores del transporte. El despliegue se realizará en el marco del plan de cinco puntos de la gobernadora del estado, Kathy Hochul, revelado este miércoles.
Está previsto que un total de 1.000 agentes de las fuerzas del orden (750 agentes de la Guardia Nacional y 250 policías) estén desplegados en el metro para registrar aleatoriamente bolsas y mochilas en las estaciones más concurridas en busca de cuchillos, pistolas u otros objetos peligrosos. La gobernadora señaló que se trata de una medida temporal, pero no especificó un plazo concreto para su implementación.
La decisión provocó reacciones contrarias entre los ciudadanos. Algunos apoyan una medida destinada a protegerlos, pero otros están preocupados por la posible discriminación de los afroamericanos o latinoamericanos durante las inspecciones.
Al mismo tiempo, el plan de Hochul también incluye una modificación de la legislación que permitiría a los jueces prohibir viajar en metro durante un máximo de tres años a las personas que cometan un delito en sus instalaciones. Asimismo, el plan prevé una inversión de 20 millones de dólares en trabajadores de salud mental para que trabajen con personas en el metro, así como la instalación de nuevas cámaras de seguridad.
"Mi plan de cinco puntos librará a nuestros metros de delincuentes violentos y protegerá a todos los viajeros y trabajadores del transporte público", declaró Hochul.
Un repunte de la delincuencia
En enero de 2024, según los datos de la Policía de Nueva York, en el metro se registraron 222 delitos, así como un aumento del 46 % en los delitos graves en comparación con el mismo mes del año anterior, debido a un fuerte incremento de los hurtos mayores. Al mismo tiempo, el número de incidentes criminales disminuyó en febrero a 143, un 15% menos que en el mismo periodo de 2023.
Los neoyorquinos están preocupados últimamente por una serie de delitos en el metro. La semana pasada un hombre no identificado apuñaló en el cuello a un conductor de tren, y unos días antes dos pasajeros fueron atacados por un hombre con un martillo en la estación de Queens. Un revisor también resultó herido esta semana al ser golpeado en la cabeza con una botella de cristal.