Airbnb anunció este lunes que prohíbe el uso de cámaras de seguridad en todos los alojamientos que se ofrecen para el alquiler en su plataforma. La prohibición se aplica a nivel global y descarta la presencia de esos implementos en cualquier lugar de la vivienda e independientemente del propósito. Con ello, la empresa busca priorizar la privacidad de los huéspedes.
Históricamente, la compañía permitía a los dueños de los apartamentos instalar cámaras de vigilancia para interior en zonas comunes, como pasillos o salas de estar, siempre y cuando notificaran su presencia en el anuncio del alojamiento y los usuarios de la plataforma lo pudieran ver claramente antes de hacer la reserva. La instalación de tales cámaras nunca estuvo permitida en espacios como dormitorios y cuartos de baño.
"Estos cambios se realizaron en consulta con nuestros huéspedes, anfitriones y expertos en privacidad", aclaró Juniper Downs, directora de política comunitaria y asociaciones de Airbnb, y afirmó que el objetivo es "crear normas nuevas y claras" que proporcionen a sus usuarios "una mayor claridad sobre qué esperar" de la plataforma.
Además de la prohibición de las cámaras dentro de los alojamientos de alquiler, las normas revisadas también incluirán reglas más exhaustivas sobre el uso de cámaras de seguridad exteriores y otros dispositivos, como medidores de decibelios para detectar el ruido o cámaras en los timbres de entrada.
En todos esos casos, los anfitriones deberán notificar en el anuncio la presencia y ubicación, al tiempo que se prohibirá que las cámaras de vigilancia exterior capten espacios interiores o zonas exteriores como una ducha o sauna.