La especialista en protección infantil en emergencias del Fondo Nacional de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Margarita Sánchez, manifestó su preocupación por las consecuencias que pueda tener la salida de Médicos sin Fronteras (MSF) de la zona del Darién, por decisión del Gobierno panameño, publicaron medios locales.
"El impacto de no tener a MSF se tendrá en las personas que vienen en el flujo migratorio", manifestó la especialista, a la vez que aseguró que la situación es "preocupante" porque la presencia de la ONG "se requiere para responder por las necesidades de la población". "Esperamos que el Estado panameño pueda responder por esas necesidades", advirtió.
La presencia de MSF en el Darién comenzó en 2021 para brindarles atención a los migrantes que cruzan la peligrosa frontera natural desde Colombia, en especial, a quienes son víctimas de violencia sexual. Sin embargo, su actividad no se reducía únicamente a quienes intentaban atravesar la región sino también a las comunidades locales.
El aumento de las migraciones, que durante 2023 y en lo que va de este año se registró en la zona, también provocó un incremento de los servicios de la organización.
Fin del "convenio vigente"
MSF anunció el jueves 7 de marzo que fue "obligada" a detener sus actividades en la región desde el lunes anterior por orden del Gobierno, debido a que el "convenio vigente" había caducado. En ese sentido, el Ministerio de Salud de Panamá detalló que la organización "no está autorizada" a "brindar atención de salud" en Panamá porque su contrato venció el pasado 31 de diciembre de 2023.
En repuesta, la organización señaló que, desde octubre del año pasado intentó renovar ese acuerdo, pero todo el procedimiento fue "en vano". "MSF está enormemente preocupada por las consecuencias que la suspensión tiene sobre la población migrante", concluyó.