Varios países de la Unión Europea (UE) se oponen a la idea de utilizar el dinero generado por los activos congelados del Banco Central ruso —unos 3.000 millones de dólares— para comprar armas para Ucrania, informa este jueves el periódico Politico, que cita un funcionario de la UE familiarizado con el asunto.
Se trata de Malta, Luxemburgo y Hungría, que habrían expresado sus reservas en relación a la posibilidad de comprar municiones para Kiev con activos rusos congelados, durante una reunión de embajadores de la Unión Europea celebrada este miércoles.
El mes pasado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sugirió utilizar los intereses de los activos rusos para la asistencia militar a Ucrania, en lugar de destinar los fondos a la reconstrucción del país eslavo una vez concluya el conflicto, como se había previsto inicialmente.
Asimismo, la fuente señaló que la voluntad de Von der Leyen de utilizar ese dinero para reponer las cada vez más escasas reservas de armas de Ucrania complicaba las conversaciones, ya que había un acuerdo general para dedicar esas sumas a la reconstrucción.