La Asamblea Nacional de Francia aprobó el jueves un proyecto de ley que regula empresas de la moda ultrarrápida, cuyo modelo de negocios —aseguran— tiene impactos económicos y ambientales negativos. Ahora, la iniciativa pasará al Senado para su votación final.
Concretamente, proponen prohibir la publicidad de las marcas involucradas e implementar un impuesto que será progresivo y alcanzará los cinco euros (5,4 dólares) por prenda en 2025 y los 10 euros (11 dólares) en 2030, pero no deberá superar el 50 % del valor del producto, reseña la prensa local.
El proyecto de ley apunta a las empresas chinas como Temu y Shein. La última, según los diputados franceses, ofrece cada día más de 7.200 nuevas piezas de ropa.
Los legisladores indican que la industria de la moda ultrarrápida ha provocado el cierre de muchas industrias textiles locales. Además, señalan que la producción en cantidades masivas de las prendas de vestir produce efectos sumamente riesgosos para el medioambiente. Anne-Cecile Violland, diputada del partido Horizons que presentó la iniciativa, recordó que la industria textil es la más contaminante del mundo, representando el 10 % de las emisiones de CO2 a nivel global.
Por su parte, el ministro de Transición Ecológica del país, Christophe Béchu, celebró la aprobación de la iniciativa, afirmando que se trata de un "gran paso adelante" para "reducir la huella medioambiental del sector textil".